Cuando uno cree que el partido anterior fue espectacular, pues el siguiente partido parece ofrecernos otra variedad de emociones para el recuerdo.
Dinamarca y Croacia empezaron a puro gol antes de los 5 minutos. Dinamarca aprovechó una de sus armas, el saque de costado fuerte al área, y en el entrevero consiguió el primer premio al minuto, pero Croacia respondió enseguida y tras una carambola los croatas empataron el partido.
Eso pareció calmar las cosas y fue todo medido. Ambos esquipos se alternaron en el control del partido. El juego danés era directo, sin curvas, sin chispa, pero peligroso. Los croatas parecían tener un golpe más, un enganche extra, un pase filtrado
.
Tanto Modric como Eriksen eran bien marcados y los espacios no aparecían por ningún lado.
Así se fueron los 90 y nada, todo siguió 1 a 1, con pelotas que pasaban cerca del arco peligrosamente, pero sin una supremacía clara, de esas que te hacen decir «este merece ganar».
Obdulio hace rato tiró el mereciómetro a la basura.
El alargue fue todo de Croacia en el primer chico, y en buena parte de Dinamarca en el segundo tras el ingreso de Sisto que se animaba a hacer cosas diferentes.
Pero ese paso al frente danés era lo que esperaba Modric, que encontró ese segundo de libertad para habilitar a su compañero que tuvo el gol en sus pies tras eludir al arquero, pero el defensor se barrió justo cometiéndole penal justo en el momento que iba a patear. El zaguero hizo lo correcto. En otras latitudes piensan que hacer eso es trampa.
De todos modos, en este mundial del «siga siga» un penal evitando un gol dentro del área chica con el golero vencido no valió tarjeta roja. Un penal en contra se supone que es suficiente castigo y Pitana lo arregló con una amarilla.
Era el minuto 116 y el partido volvía a tener emociones intensas, como esas de los primeros 4 minutos de juego.
Modric quiso asegurarla contra el caño izquierdo pero Schmeichel se mandó flor de atajada para orgullo de su padre que lo veía en la tribuna. Algún día podríamos decir que no lo erró el delantero sino que el golero tuvo el mérito, que joder!
Y así nos fuimos a los penales, que para no ser menos con el final del partido también fueron emocionantes.
Subasic no quiso ser menos que Schmeichel y se mandó tremenda atajada contra el bueno de Eriksen que no logró apretarla lo suficiente para mandarla rastrera y hacerle las cosas más difíciles aún al golero croata.
Pero el «1» danés parecía imbatible y se quedaba con el primero.
Dos rondas de efectividad al 100% le dio paso a la definición final.
Subasic se volvió a lucir sobre su derecha pero Schmeichel volvía a demostrar que estaba inspirado también tapando con los pies, igual que en el primer penal de la serie.
Subasic se anotaba el tercer penal atajado y Modric tenía su revancha. Aseguró el tiro al medio sin mediar un poco de suspenso porque una vez más el golero danés estiraba sus pies pero esta vez sin éxito.
Rakitic ya había visto que Schmeichel esta noche se tiraba a su izquierda en todos los penales decisivos, y con una tranquilidad pasmosa se la puso contra el vertical derecho para darle el pase a Cuartos de Final a los suyos.
El Sábado 7 de Julio Croacia se las verá con el local, y pinta para otro partidazo.
Se nos fueron cuatro partidos de Octavos de final y ninguno defraudó. Todos partidos parejos, todos definidos por un gol (tal vez Francia Argentina quedó corto por la diferencia en juego, pero el resultado fue 4-3) o definiciones por penales tremendas.
En los 4 partidos se vieron estilos distintos, donde nadie regaló nada y se entregó lo necesario para lograr la victoria a su manera. En la variedad está el gusto.
Obdulio patea los penales fuerte y al medio,
Obdulio son los padres
OBDULIO SON LOS PADRES 