Después de 28 años la selección inglesa se mete en semifinales de la Copa de Mundo.
Un logro basado en un equipo que supo como abrir a la buena defensa sueca mostrando más de un golpe en su menú de opciones, algo parecido a lo que le vimos a Francia y Bélgica en cuanto a las diferentes variables más no en las formas. El equipo inglés resulta un híbrido entre la potencia de los belgas y el juego paciente de los franceses.

En este tipo de instancias los equipos más completos son los que llegan más adelante e Inglaterra no fue la excepción. Suecia luego del primer gol tuvo que revolverse dentro de sus limitadas posibilidades a irse al ataque. Ya no servía esperar y tirar la contra directa.
Inglaterra resolvió el pleito con dos goles de cabeza estilo «bien inglés». Maguire y Dele Alli los culpables a los 30 y 58 minutos respectivamente. Nada que hacer para el bueno de Olsen.
El control de los tiempos, el ritmo y la pelota fue generalmente del equipo rojo que impuso sus condiciones en el Samara Arena.
Para desgracia sueca, Pickford, el golero con cara de nene que toma mucha Coca-Cola en los cumpleaños, se mandó 3 atajadas salvapartidos, una contra el vertical izquierdo ante un cabezazo, otra abajo contra su derecha y la tercera, para mi la mejor, a pura potencia de piernas, ubicación y reflejos arriba contra el horizontal.
De los 3 eliminados, Brasil sin dudas es quien más posibilidades tuvo de dar vuelta el partido, pero tanto hoy como en el partido entre Uruguay y Francia el primer gol fue diferencia y el segundo lapidario.
No importa si el lado por el que vino un equipo u otro fue el más «fácil» o «complicado», por ahora los 3 semifinalistas confirmados han mostrado credenciales suficientes para estar en esta instancia.
Obdulio informa
Obdulio son los padres.