Mañana disputarán la Copa del Mundo dos equipos con estilos bien diferentes. Es que Francia y Coracia son equipos que han llegado hasta esta instancia mostrando variedad de estilos en su juego (básico para ser competitivos), y curiosamente esa variedad tiene pocos puntos de contacto.
El camino a la final de Croacia se inició con un 2-0 sobre Nigeria, un gran 3-0 ante Argentina y cerró la fase ganando 2-1 sobre Islandia. Con puntaje ideal y tan sólo 1 gol en contra, los croatas presentaron sus credenciales con un juego simple (difícil de lograr), con gran disposición colectiva para defender, talento para distribuir la pelota y contundencia en ataque.
En fases de «mata mata» jugaron 3 partidos de dos horas cada uno para decidir su pasaje a cada ronda siguiente: 1-1 vs Dinamarca, 2-2 vs Rusia y 2-1 vs Inglaterra. En todos los casos terminó 1-1 en los 90 minutos de juego regular.
Francia a su vez llegó a la final tras ganar su grupo en partidos más cerrados en tanteador: 2-1 vs Australia, 1-0 vs Perú y 0-0 contra Dinamarca. Los franceses mostraron su fútbol peligroso a cancha abierta y de control de los tiempos del juego sin brillar. Pasar de fase fue un «trámite» a ritmo del mínimo esfuerzo requerido.
El primer puesto lo acomodó en Octavos con Argentina a quien venció en un mentiroso 4-3 (pudo ser 4-0 por ejemplo). Allí mostró su verdadero potencial basando su juego en darle metros al rival para encontrar la velocidad de Mbappé y luego manejar los tiempos a base de posesión orientada siempre a cambiar de ritmo y ser peligrosos para el rival. Nada de tiqui tiqui innecesario.
Ante Uruguay y Bélgica no encontró los espacios necesarios para explotar su velocidad en ataque, pero apareceron otras variables como el juego aéreo, la solidez defensiva, la seguridad de Lloris o el control de los tiempos de la mano de Griezmann, Matuidi o Tolisso. Esos partidos los resolvió 2-0 y 1-0
Ambas selecciones tuvieron que soportar embates furiosos de sus rivales, y en ambos casos encontraron a una defensa bien parada y un arquero a la altura de las circunstancias.
Croacia salpimentó su juego con épica, eso necesario para que el resultado tenga otro sabor. Sufrió en todos sus partidos, pero en los pies de Modric, la gran figura del Mundial, los croatas encontraron la claridad necesaria para controlar parte de sus partidos.
A nivel individual, Lloris, Kanté, Matuidi, Griezmann y Mbappé son la columna vertebral del equipo, mientras que Subasic, Lovren, Rakitic, Modric y Mandzukic es la base croata.
Cuando se habla de procesos, paciencia para los resultados, etc. como la receta para el éxito Francia y Croacia parecen estar en casilleros diferentes.
Deschamps, el técnico francés, «sobrevivió» al fracaso de haber perdido la final de la Eurocopa en casa ante Portugal en 2016. Dirige desde 2012 a la selección, es decir, es su segundo Mundial (fue eliminado por Alemania en Cuartos de Final en Brasil 2014), y tras 6 años de trabajo con un proyecto de juveniles que incluyó el Mundial Sub20 ganado en 2013 (justamente ante Uruguay), ha logrado insertar a las figuras juveniles rápidamente en el 11 inicial, aportando sangre nueva para la renovación de la selección.
Bélgica e Inglaterra parecen también ir por el camino de la renovación basada en juveniles. Los ingleses declararon que «estaban preparando a esta generación para Catar 2002», y la verdad que la preparación les ha salido bien.
En Croacia sin embargo, las cosas nunca fueron sencillas. Es un país pequeño, con mucho orgullo por lo suyo, principalmente exportador de jugadores y con una organización que no escapa a problemas que podríamos encontrar en Sudamérica, por ejemplo.
A falta de una fecha para terminar las Eliminatorias, tres días antes de su partido final, Davor Suker (presidente de la fereración) decidió despedir al técnico y contrató a Zlatko Dalić para que lo sacara del «pozo». Es que Croacia había perdido el primer puesto de la serie con Islandia y necesitaba un revulsivo para conseguir el pase a la repesca. Según se ha sabido a través de la prensa, los jugadores «estaban cansados del DT anterior».
Cero proceso, floja preparación previa, pero mucho corazón, espíritu de grupo y convencimiento rápido de la idea del DT nuevo. Así llegó Croacia a Rusia y de a poco se fue convenciendo que tenía con qué para ir avanzando en la Copa.
No hay recetas claras para el éxito, aunque a nuestro entender la que están aplicando los franceses parece ser la que garantiza mejores resultados a largo plazo sin depender de «generaciones» exitosas.
La fortaleza defensiva, control del juego, potencia y técnica en velocidad francesa se entrentarán al ataque directo, calidad técnica, fortaleza mental y espíritu de lucha croata.
Si se mantiene la tendencia en este Mundial seguramente tendremos un gran partido.
¿Quién ganará la final? Para Obdulio está muy claro, ganará _ R _ _ C I A.
Obdulio analiza,
Obdulio son los Padres