Nuestra querida selección disputó su primer amistoso tras jugar la Copa del Mundo. Sin el DT que supuestamente renovará su contrato, sin algunos jugadores que por lesión no pudieron ir y otros que se lesionaron el camino, nos enfrentamos a la selección mexicana en Houston de «visitante».
Todo así, bien organizadito, como para que a Ud. le den ganas de ver a Uruguay porque es un Viernes a la noche, y capaz, en una de esas encontraba una excusa para decirle a la patrona que se iba a la casa de un amigo «a ver el partido».
Los equipos nos regalaron un partido entretenido.
Porque ganamos nosotros.
Uruguay se paró con un claro 4-5-1, donde Suárez estuvo aislado los primeros 20/25 minutos, Torreira rompía la línea en retroceso, Urreta y Pereiro se sumaban a la presión alta y Vecino con Bentancur realizaban el balance en el medio.
La presión uruguaya duró poco y México se apoderó de la pelota desde la posesión en la salida, la paciencia para mover la pelota y el intento del cambio de ritmo con pelotas largas por los costados.
En ese contexto, México tuvo una muy clara en los pies de Lozano que Muslera tapó notable.
Rondando los 20, Uruguay empezó a presionar más arriba, y las subidas de Urretavizcaya con el apoyo de Bentancur se hicieron importantes.
De un corner ejecutado desde la derecha llegó un cabezazo espectacular de Giménez a la altura del primer palo, clavándola en el ángulo. 1-0 a los 21 minutos.
La respuesta mexicana no se hizo esperar y Lozano aprovechó un viaje intergaláctico de Cáceres para aprovecharse de Bentancur y la visión del árbitro. Al sentir un apoyo menor en el hombro se desplomó como si le pegaran un balazo. El árbitro compró y cobró el penal que Jiménez cambió por gol.
Esa situación fue una inyección para el equipo uruguayo.
Suárez, que se mostró molesto porque no le llegaba la pelota (terminando sus piques con el gesto de las manos en las rodillas) y una falta innecesaria que le provocó la amarilla, parecía que estaba en esas noches de balde puesto. Pero bajando unos metros empezó a generar cosas importantes en su equipo.
De un nuevo córner donde Uruguay dominó el rebote, Lozano se lleva la pelota en contragolpe pero el árbitro vio una mano, para Obdulio inexistente. Tiro libre al borde del área que Suárez cambió por golazo en posición «a pierna cambiada». 2-1 y pelota al medio a los 32.
A los 40, Suárez recibe la falta en el área (falta tonta) y termina en penal bien cobrado. El 9 celeste se la picó a Ochoa, que minutos antes había hecho la atajada del partido sobre Vecino. 3-1 y a cobrar.
El descanso pareció no detener la intensidad de Uruguay en el inicio del segundo tiempo de la mano de Suárez, insoportable. A los 14, un desborde de Urreta lo recibe Suárez pasado y de rabona metió un centro para que Pereiro pusiera el gol del partido.
A partir de ahí y de los cambios el partido bajó las revoluciones, y con un ritmo más de partido amistoso México impuso sus condiciones, tratando de acortar distancias repitiendo el libreto que mostró al principio del partido.
Muslera demostró su valía atajando una pelota notable tras un cabezazo, una genial contra el horizontal, y para no bajar el nivel de atajadas, un penal. Eso desmoralizó por completo al joven equipo mexicano que insistió con gran vergüenza deportiva pero con poca profundidad.
Algún buen pase para Stuani, un poco de control de pelota de Pereiro, una subida de Godín eludiendo rivales y un cabezazo de Josema en un córner fue todo lo que ofreció Uruguay en los últimos 15, dedicándose a controlar el físico, el juego y el tanteador.
Cuando se juega ante un rival inexperiente, en transición, con pocas figuras de recorrido internacional la diferencias son éstas, y Uruguay demostró por qué es quinta en el mundo, gracias a sus jugadores de primer nivel, pese a toda la desorganización y terrajada interna.
Nota final para Coito, que se suma a los DT que dirigen cuando no está Tabárez, y ganan.
Les dejamos aquí el unoxuno de trasnoche.
MUSLERA: Descolgó centros, tapó una notable en el primer tiempo, dos geniales en el segundo y además atajó un penal. Si no se convence que DEBE vestir de NEGRO como hoy es porque es muy porfiado.
CACERES: El más flojo de los 4 del fondo. Aporta buenas cosas cuando se va arriba, pero por momentos entra en esos baches increíbles para un jugador de su nivel.
JOSEMA: Acostumbrado a convertir con la celeste puesta. Buen partido del futuro capitán
GODIN: Es el DT dentro de la cancha. Se lo nota siempre apoyando a sus compañeros. Buen partido. Si quiere distraernos con esa barba de que se está quedando pelado le avisamos que no lo está logrando.
LAXALT: Fue agarrando el ritmo de partido de a poco y mientras los demás se disminuían físicamente él parecía correr cada vez más rápido. Grandes cierres y buen aporte en ataque de Bo Derek.
TORREIRA: Apenas una cagadita en una mala entrega en el medio. Con el primer tiempo le alcanzó para demostrar que será el «5» de Uruguay por muchos años.
VECINO: Levantó su nivel en comparación con su floja participación mundialista. Volcado preferentemente por izquierda, fue un buen complemento para Torreira. Tuvo una muy clara que el primo de pelo corto de Ochoa tapó de manera espectacular.
BENTANCUR: Siempre da el paso al frente. Pese a sus imprecisiones al momento de aportar en la marca, logra la fluidez necesaria para sacar la pelota bien jugada. Ese peinado definitivamente me molesta.
URRETAVIZCAYA: Su aporte por la banda derecha fue determinante para quebrar la defensa mexicana. Buen partido de un jugador que por diferentes circunstancias ha tenido menos oportunidades de las que suponemos debió tener.
PEREIRO: Logró demostrar su buen momento en Holanda con un buen partido con la Celeste. Manejó bien la pelota, dándole buen juego por izquierda, sin la velocidad de Urreta, pero con más técnica. Hizo el gol del partido tras centro de rabona de Suarez. Ya no le queda más lugar en los brazos para un nuevo tatuaje.
SUAREZ: Los primeros 20 parecía ahogado, malhumorado y protestón. Alcanzó que le sacaran una amarilla para dedicarse a lo suyo y transformarse en la figura del partido. Hizo un golazo de tiro libre, picó un penal y tiró una rabona que terminó en asistencia de gol. Por suerte juega para nosotros.
Los cambios nos sirvieron para ver a Stuani y notar que por momentos le falta un cambio, ver no jugar a Lodeiro, confirmar que Gastón Silva no se ha cortado el pelo, que Nández le dio duro a los fierros después del Mundial y que en Madrid a Valverde lo dejaron físicamente enorme (está cuadrado).
Obdulio sigue mirando atentamente como los dirigentes uruguayos la siguen terrajeando, al punto de querer proponerle a Tabárez que «aporte más al fútbol con charlas en los equipos juveniles…» para compensar un poco «el alto costo» de su contrato. Si tener un profesional de primer nivel, que ha demostrado hasta el cansancio su categoría como entrenador y formador de jugadores, resulta un «gasto», es hora de revisar un poquito esas cabecitas y que entiendan de una vez por todas que si la FIFA los intervino es sólo por culpa de ellos.
Por suerte nuestros muchachos siguen jugando a buen nivel y obteniendo resultados que lo demuestran.
Nos veremos en la próxima fecha FIFA en la gira uruguaya por Japón y Corea del Sur en medio de la fecha donde en Uruguay se jugará el clásico entre Peñarol y Nacional. Momento ideal para discutir sobre la pertinencia de la citación del Cebolla Rodríguez y demás perlitas que seguramente nos regalen desde el Sur.
Obdulio sigue al firme con la Celeste, espalda con espalda con éstos jugadores que definitivamente quieren cambiar el fútbol uruguayo de una vez por todas.
Hasta la vuelta,
Obdulio no está intervenido,
Obdulio son los Padres