Del 13 de Noviembre al 1ero de Diciembre se disputará en Uruguay el Mundial Femenino Sub-17 de fútbol. Una nueva oportunidad para que el fútbol femenino siga creciendo en nuestro país, y de paso ver a las futuras promesas del balompié.
Tranquilos! Obdulio no va a comentar este Torneo.
Uno de los puntos positivos de esta organización es la posibilidad de tener nuevas infraestructuras, o renovar las existentes, dejándole a nuestro país lugares de calidad adecuados a las normas internacionales, capaces de proveer todo lo necesario para desarrollar espectáculos deportivos de primer nivel.
LOS INICIOS
El Estadio Municipal «de alternativa» Charrúa, inaugurado en 1984, fue pensado originalmente para liberar al Estadio Centenario de parte de su nutrida actividad de otros tiempos.
Me acuerdo de chico haber ido con mis padres a ver a la selección dirigida por Cubilla, que se preparaba para la Copa América de Chile 1991, jugar un partido ante una selección del interior. El «Complejo Celeste» no existía y allí entrenaba la selección uruguaya.
Pero ya por aquellas épocas la estructura comenzó a lucir rajaduras y otras cuestiones arquitectónicas de consideración.
PROYECTOS
A mediados de los 90s, al Presidente de Peñarol, el Cr. José Pedro Damiani, se le ocurrió que podría ser el futuro escenario carbonero. Sobre la base de las 14mil personas que podía albergar más una ampliación necesaria para la cantidad de gente que se esperaba, el Charrúa pasó a integrar uno de los tantos proyectos de Estadio que Peñarol manejó durante años.
El proyecto no prosperó, entre otras cosas, por la resistencia de los vecinos que de ninguna manera querían a la hinchada de Peñarol 2 veces al mes cerca de sus casas. Obdulio no los culpa.
Como muchas de las infraestructuras en Uruguay, el Charrúa quedó sepultado en el olvido en pleno Parque Rivera.
LA RENOVACION
En 2006, el proyecto «GOAL» de FIFA dispuso fondos para la reforma de este escenario deportivo, ubicado en una zona accesible de Montevideo pero usado solamente para algunos partidos de Primera División y como escenario de los partidos de interés de la B.
Recuerdo, por ejemplo, un Peñarol vs Racing allá por el 2008.
También ha albergado espectáculos musicales, y debajo de una de sus tribunas se encuentra el Centro Comunal Zonal.
ALARGANDO LOS PALOS DEL ARCO
En 2012 la Intendencia de Montevideo (propietaria del Estadio) y la Unión de Rugby del Uruguay (URU) firmaron un contrato de consesión por 10 años del Charrúa en asociación con la AUF.
A partir de ese momento ha pasado a ser «la casa de los Teros».
Este cambio de consesionarios le dio un gran respaldo al crecimiento del Rugby, ofreciendo una instalación «propia» para la práctica de este deporte, el fortalecimiento del proyecto de la selección uruguaya, y por supuesto, las mejoras en la infraestructura.
La URU lleva invertidos casi un millón de dólares en este estadio desde que firmó el convenio con la IM y la AUF, pretendiendo extender la consesión por más tiempo.
El resultado ha sido exitoso en todo sentido. Se recuperó definitivamente un escenario deportivo y se desarrolló una disciplina deportiva que en Uruguay consideramos exclusiva de ciertos estratos sociales.
LAS OPORTUNIDADES
El Mundial Femenino Sub-17 le dio un nuevo empuje al crecimiento de este Estadio.
Con una inversión mayor al medio millón de dólares se instalará un piso de césped artifical para la cancha, avalado por FIFA, y se alternará en su uso para el Rugby y el fútbol femenino. El mismo se importó desde Holanda por parte de la empresa ganadora de la obra.
La renovación también afecta a los alrededores del Estadio, y la Intendencia de Montevideo tuvo que invertir para adecuarse a las exigencias del torneo que recibirá su ciudad, y de paso mejorar las condiciones de la zona.
La Directora de Desarrollo Urbano de la IM, Patricia Roland, explicó en la web de la IM, entre otras cosas: «En ese sentido, se valoró como muy importante que la construcción de un nuevo acceso a estacionamientos y al estadio sobre la avenida Bolivia permitiera acotar el ingreso de vehículos al resto del parque, ya que la idea que se ha venido trabajando es reducir y limitar la circulación de vehículos automotores dentro del parque.»
Además del piso, se está techando la zona de palcos de la tribuna principal, acondicionando el resto de las tribunas, remodelando los vestuarios, haciendo un nuevo nivel para la instalación de cámaras de TV e incluso construyendo el nuevo túnel de acceso para los equipos, siguiendo las normas FIFA.
El Charrúa ingresa así en la etapa final de obras y 34 años después de su inauguración mostrará su mejor cara.
Tal vez estemos encontrando la escala real de nuestros estadios, y esta sea una oportunidad para mejorar la calidad de nuestras infraestructuras y su futuro mantenimiento.
Evitar quedarse con mamotretos de cemento, luego de competiciones internacionales, imposibles de llenar en aforo es un lujo que una economía y un mercado tan limitado como el nuestro no se puede dar.
Una vez más, el trabajo planificado y paciente de algunos trae como resultado el beneficio para muchos, incluyendo a otras pelotitas, como la ovalada.
Obdulio celebra la nueva cara del Estadio Charrúa,
Obdulio son los Padres
Obdulio cita sus fuentes:
https://www.elobservador.com.uy/nota/de-lujo-asi-esta-quedando-el-nuevo-estadio-charrua-201891419395
Con mi gran amigo Gastón vimos un sábado de mañana una doble tanda de la B, un Sudamérica vs Racing a primera hora y el plato fuerte, Fénix vs Miramar. Llegamos con tiempo, mate bajo el brazo y unas tortas fritas que compramos a la entrada. 5 escalones debajo del sitio que elegimos para sentarnos, un gordo cincuentón, con spika al oído, camiseta y gorro del Feni… El albivioleta necesitaba ganar no sé si para tener chance de ascender o para no descender o no recuerdo para qué pero necesitaba ganar. Luego de 85 minutos de sufrimiento absoluto de nuestro amigo entrado en kilos, donde su pobre Feni, no daba pie con bola, finalmente llegó el minuto de gloria: penal para el feni. El delantero que pateó el penal, no sólo no le embocó al arco, sino que tampoco le atinó a la tribuna y si acertó en un espacio como de 10 metros de ancho, por 2 de alto que tenía encima de la tribuna el estadio Charrúa, por sobre el pasillo para acceder a dicha tirbuna que parecía ser como una especie de «ventilación» del estadio, y la pelota pasó limpita por dicho orificio y se fue del estadio al parque. A todo esto nuestro regordete amigo se puso de pié con su spika aún en mano y dijo: «bue… es hora de revisar cómo es que tenemos 8 goles en el campeonato» y totalmente resignado empezó a caminar hacia las escalinatas que lo sacaban del estadio…
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Brillante! Obdulio festeja con un gesto adusto, pero festejo al fin
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