La Celeste salió a la cancha en su versión para menores de 20 años, iniciando así el camino de algunos jugadores que tal vez nos representen en próximas Copas del Mundo de mayores.
Como dato anecdótico, esta es la última generación de futbolistas juveniles nacidos en el Siglo XX. Son de esos datos bien intrascendentes que a Obdulio le gusta tirar, y no hay más remedio que poner.
Me pregunto también que necesidad hay de hacer jugar a los equipos bajo 40 grados de temperatura. La CONMEBOL siempre protegiendo a los futbolistas, sin importar la edad.
Obdulio de paso se ahorra un post, y les comenta que Ecuador goleó a Paraguay a primera hora, 3-0 con goles de Rezabala (hizo 2) y Alvarado (de penal). Argentina descansa en la primera fecha.
Paraguay es otro que entra en el concurso de la peor camiseta del torneo. Obdulio pensó que la de Venezuela ganaba tranquila, pero este modelo «Miramar Misiones paraguayo» deja bastante que desear.
Volvamos al partido que nos interesa:
Para empezar, por favor no pongan más el micrófono cerca de los jugadores cantando el himno. No son un coro afinado, no es necesario escuchar eso.
Con la clara intención de salir a presionar, los uruguayos se plantaron en el campo, limitando el intento de salida prolija del rival. Una vez recuperada, la idea era tocar a ras del piso a no más de 2 toques, evolucionar por las bandas y llegar con varias opciones al área rival.
El dibujo de los celestes en el incio fue un claro 4-2-3-1.
Rodríguez, de amarillo furioso, fue el golero, Méndez y Cáceres los zagueros, Araújo y Busquets los laterales.
El mediocampo se paraba con Barrios y Zalazar como doble eje central, Acevedo y Gómez más adelantados por las bandas y Nuñez como vértice más adelantado de los volantes abasteciendo a Batista, la referencia en ataque.
El golero peruano ya tuvo sus primeros revolcones en los primeros 10 minutos de juego. Luego Perú logró sacarse un poco de arriba al rival a base de apretar las marcas y cortes reiterados en el juego debido a lesiones que enfriaron el envión inicial.
El partido se cayó en un pozo importante a partir de los 15 y la cosa se puso aburrida, matizado con algún desborde uruguayo y centros que siempre iban al segundo palo por parte de Zalazar.
Gómez tuvo una clara a los 33 tras un centro al segundo palo que le baja Batista, pero la pelota se fue contra el palo derecho del golero. Los peruanos tuvieron la suya a los 38 reventando un tiro libre en el palo y un contragolpe 3 vs 2 que no lograron definir en parte por el buen cierre de la línea de pase de Cáceres, que lo llevó contra el lateral del área para limitar el peligro (eso es buena técnica de marca, sin duda).
Las faltas (bastante groseras algunas de ellas), superaban en número ampliamente a las situaciones de gol. Más conversado que truco de a seis.
En un primer tiempo, al final trabado, se destacó el fútbol de Zalazar y la reiteración de faltas de Busquets.
El segundo tiempo arrancó con un penal, mal cobrado, para Perú. El 0-1 puso el partido cuesta arriba para un equipo que se había gastado todas las ideas en los primeros minutos del juego.
Con tiros de larga distancia, centros y poco más los nuestros se venían arriba, bancando algunas contras del rival. Los peruanos hacían tiempo en cada oportunidad (después se quejan del tiempo perdido con el VAR), y los minutos pasaban sin mucho que contar.
La vergüenza y el empuje celeste se diluía en la mala definición de sus delanteros, que parecían llegar sin fuerza al toque final. Núñez lo tuvo de cabeza, y la pelota se le fue por arriba, otro cabezazo que encontró bien ubicado al golero e intentos de afuera del área de Schiappacase que le llegaban picando a las manos del golero rival fue lo más peligroso.
Pocote.
En la hora, una buena jugada por izquierda termina en un cabezazo apenas ancho.
Núñez tuvo dos claras al final, pero en la primera definió mal, y en la segunda fue ahogado por el golero.
No era el día para las definiciones.
0-1 «mentiroso», pero este juego gana el que hace más goles, no el que los merece.
Nueve repatriados, jugadores de primera división y un proceso de trabajo parece que no fueron suficientes para el primer partido. El resultado al final del campeonato debe ser la forma de evaluar a esta selección, que en su primer partido fue superado en el marcador.
Para destacar, la solvencia de Cáceres en el fondo, la dinámica de Zalazar y Gómez, más los intentos de Araújo por izquierda. En la columna del «debe», la liviandad de Núñez, y la cantidad de fouls de Busquets que le pudieron costar la expulsión sin problemas.
Esta vez, el debut costó más de la cuenta.
El próximo Domingo será ante Ecuador, que viene de golear. Veremos si los nuestros afinan la puntería.
Obdulio opina,
Obdulio son los Padres
OBDULIO SON LOS PADRES 