El Campeonato Uruguayo volvió a jugarse en el Estadio Centenario, ésta vez con Wanderers como local, que está acondicionando su estadio para el partido entre semana por la Sudamericana.
El partido empezó movido y parejo, con la intención de ambos de jugar siempre a ras del piso. Peñarol buscaba más pases largos para el desborde de Hernández y Estoyanoff, mientras que Wanderers volcaba el juego por izquierda, donde Albarracín se juntaba con Riolfo para evolucionar en corto.
Peñarol tuvo dos claras en los primeros 20, con un cabezazo de Viatri que se fue apenas contra el palo derecho y una gran jugada de Fernández por derecha que encontró muy bien ubicado a el golero de Wanderers ante el tiro bajo de Viatri.
La primer media hora se iba con un poco más peligro sobre el arco de Wanderers, aunque sin tener un claro dominador, debido a que la mitad del campo era un mero lugar de pasaje de la pelota, pues ambos equipos se recostaban sobre su zona, la cuidaban y luego intentaban salir rápido para sorprender al oponente.
Los últimos 15 de la primera parte fueron todos de Wanderers, que avisó con un centro que le cae a Albarracín que definió apenas afuera de cabeza. Peñarol se veía desbordado en la mitad de la cancha, donde Trindade y Cebolla no podían con la superioridad numérica y futbolística del rival.
En el siguiente ataque, Albarracín avanzó por izquierda y le dio un pase exquisito con borde externo del pie zurdo a Pastorini, que definió ante Dawson dejándolo sin asunto, abriendo la cuenta de goles.
1 – 0 y a cobrar.
El Bohemio no aflojó y aprovechó su momento, dominando por completo a Peñarol que no atinaba a presionar a su rival, que lo ponía en riesgo cada vez que arrimaba en ataque.
Es así que a los 41 otra vez se combinaron por el centro del ataque, algo volcados a la izquierda, y ésta vez fue Pastorini el que recibió el pase en puñalada. El delantero hizo de poste dentro del área y tocó atrás para Morales, que entraba en carrera, y definió con un zurdazo cruzado imposible para el fluorescente Dawson, que otra vez quedaba sin defensa.
2 – 0 y pelota al medio.
El primer tiempo se iba con Wanderers confiado y dominador del juego, y la preocupación de Peñarol que perdía la punta del torneo con el resultado parcial.
La segunda parte siguió con Wanderers controlando el partido, ya sea cuando tenía la pelota, con buenos pases entre sus jugadores y el control de Ginella en el mediocampo, o cuando Peñarol se iba en ataque, pero siempre sin correr demasiados riesgos pese a estar abajo en el marcador.
De Arruabarrena tapó un cabezazo de Formiliano, ofreciendo seguridad en el fondo, mientras Macaluso se debatía con Viatri, ganando por lo general.
La superioridad en la cancha era notoria y justificaba el resultado.
Los cambios de López iban más por el lado de acumular el apellido Rodríguez en la cancha. Los hermanos Maxi y Gastón no aportaron nada.
Los minutos pasaban y Wanderers la tenía. Peñarol cuando la encontraba intentaba desbordar pero el entramado defensivo era perfecto y De Arruabarrena pasaba los últmos minutos muy tranquilo, salvo al final done Peñarol amontaba gente arriba y presionaba meta centro y montonera (ideas, pocas).
Partidazo de Wanderers que le saca el invicto a Peñarol, y completa 2 triunfos ante los grandes en 5 fechas. Peñarol tuvo su peor partido en lo local, más por el mérito de su rival que por ineficiencias propias.
Pastorini, Albarracín, Ginella (para Obdulio el más regular), Riolfo, Macaluso y De Arruabarrena los destacados en un equipo sin fisuras esta noche.
Wanderers se coloca en el medio superior de la tabla y saca número en el Apertura que tiene a Fénix ahora como único líder.
Como me dijo un amigo hace poco: «Ojo Obdulio, que la alegría va por barrios», y hoy pasó por El Prado.
LOS RESULTADOS Y LA TABLA
Obdulio opina,
Obdulio son los Padres
Fotos obtenidas de la página oficial de la AUF en Facebook