El feriado por éstas tierras me permitió ver el partido en la comodidad del hogar, y con la visita de Obdulio, que se trajo alguna cosita para el almuerzo, sacamos unos cuantos apuntes durante el juego entre uruguayos y hondureños.
Reflexionando sobre el hecho de que es la última selección juvenil con jugadores nacidos en el Siglo XX, y saboreando unas magdalenas que hizo la patrona para la sobremesa Obdulio se dispone al comentario del match.
Uruguay salió a la cancha con cambios, destacándose la entrada de Schiappacase. El dibujo de 4-3-3 del partido contra los noruegos cambió a un claro 4-2-3-1, con Ginella y Acevedo repartiéndose la marca en el centro, los Rodríguez abiertos por las bandas y Núñez de referencia de área.
El «10» uruguayo jugó libre por todo el frente de ataque, superponiéndose por momentos a la posición de los extremos.
Los equipos que son goleados en un torneo, por lo general salen con otra actitud al partido siguiente, tratando de demostrar mayor espíritu competitivo, que por momentos se mezcla con un juego algo brusco.
Con las precauciones del caso, Honduras pobló el mediocampo y le limitó la generación de juego a La Celeste. Su búsqueda en ataque se volcó sobre el costado izquierdo, sabiendo que Busquets es el que menos garantías ofrece en el rubro defensivo, que apelaba a algún exceso para detener a sus rivales.
El primer tercio del primer tiempo estaba trabado, y Obdulio se atragantaba con una aceituna al ver a Franco Israel vestido de amarillo patito. Pese a ésta triste elección, el golero se mostró seguro cada vez que le tocó intervenir, tanto en el juego aéreo como en tiros lejanos del rival donde se encontraba siempre bien ubicado.
Los jugadores se sacaron las ganas de revolear las piernas por un rato, y cuando todo se calmó con un par de amarillas a los hondureños, Uruguay se empezó a soltar en ataque, basados en el gran trabajo de Ginella y Acevedo que dominaron su zona a partir del último tercio del primer tiempo, y la habilidad de Schiappacase que se puso en modo insoportable.
Una apilada del 10 por derecha pudo ser el primero, y otra por izquierda le hizo pasar calor a la defensa de los catrachos.
Pero el gol llegó a los 41 minutos con la receta de la casa, que no falla.
Uruguay se aprovechó de la inseguridad del golero rival que puso 3 en la barrera para un tiro libre a 35 metros del arco. Uruguay impuso superioridad numérica y armó la jugada que terminó en el gol de Acevedo, que recibió el pase de cabeza de Cáceres, ambos sin marca.
1 a 0 y a respirar tranquilos.
Casi sin sufrir, Uruguay terminaba el primer tiempo con alguna oportunidad que fallaba en el último pase.
En el segundo tiempo los nuestros volvieron a salir dormidos y casi nos embocan de movida, pero esta vez el rival careció de puntería. Inmediatamente Uruguay respondió con un pase filtrado muy bueno que Núñez aprovechó a espaldas de los zagueros. El delantero definió apenas ancho.
El vértigo de los siguientes minutos llegaba sólo hasta las áreas donde la defensa uruguaya resolvía los problemas con solvencia, mientras que en el otro lado de la cancha los nuestros no embocaban el último pase, dependiendo mucho de Schiappacase que cobraba peaje en todos los ataques.
El ritmo del juego era controlado por Uruguay que empezó a jugar con sus centrales y volantes, con toques que procuraban más bajar las revoluciones del partido que agredir al rival. La monotonía era sacudida por algún pelotazo cruzado y apiladas de Schiappacase, que a veces encontraba a Núñez para combinar con peligro.
Honduras, con más vergüenza que fútbol, se tiró al ataque pero sin profundidad. La solidez de Méndez y Cáceres desmoralizaba a los meritorios delanteros catrachos.
Los nuestros lucían siempre firmes, aplomados y con el libreto bien aprendido tanto para defender como para buscar los caminos en ataque, sabiendo que la improvisación basada en el talento de los de arriba podrían ampliar diferencias.
El juego se iba y Uruguay no cerraba el partido, dejando la puerta abierta a alguna pelota aislada que pudiera terminar en el empate.
Sobre la hora, Schiappacase metió un taco que desarmó a la defensa habilitando a Núñez que escapó por izquierda y volvió a tocar al medio. La pelota le volvió a quedar al «10» que con tiro seco, y un rebote a la pasada, puso el segundo que reflejaba la diferencia en el campo y liquidaba todo.
Uruguay clasifica por anticipado a los Octavos de Final, demostrando buen juego asociado, solidez defensiva y una figura desequilibrante, apoyada por otros que cuando se sueltan también son peligrosos.
Queda espacio para mejorar en la constancia del juego ofensivo, y ajustar la siesta que nos ha caracterizado en los arranques de los segundos tiempos.
Esta categoria juvenil, la más cercana a la mayor, muestra una vez más que el proceso de juveniles sigue formando buenos jugadores. Algunos de ellos seguramente aparezcan durante la Eliminatoria rumbo a Catar 2022.
El cierre del Grupo será contra Nueva Zelanda el próximo Jueves, donde probablemente Ferreira rotará el equipo, cuidando a los amonestados y lesionados, dándole ritmo de juego al resto del plantel.
Otra vez de reojo y por la cantora, Obdulio intentará emitir su opinión.
Obdulio clasificado,
Obdulio son los Padres
Obdulio cita sus fuentes.
Las imágenes que ilusran este post fueron obtenidas de la página oficial de la AUF en Facebook y el sitio de FIFA para este partido https://www.fifa.com/u20worldcup/matches/match/400010586/#match-photos
OBDULIO SON LOS PADRES 