Uruguay y Nueva Zelanda se presentaron con suplentes para definir el grupo, cuidando las patitas para lo que se viene.
El resultado del partido fue una demostración que el plantel uruguayo es superior, y de paso se afianza la confianza para lo que se viene.
Los suplentes uruguayos le demostraron al DT que están todos a nivel y cualquiera le puede cumplir en futuros juegos. Los casos más claros, Barrios y Elizalde, los destacados de Obdulio.
Obdulio no pudo ver todo el match, pero salvo en pasajes del segundo tiempo, con una cagadita del verdoso Israel incluida, Uruguay casi que no pasó calor en su área, donde Méndez volvió a demostrar su firmeza.
Control de pelota siempre a ras del piso, juego asociado y paciencia para el ataque fue la característica de Uruguay, que encontró el primero tras un buen «2-1» por derecha, definido por Núñez por el centro.
El partido, que tuvo lugar para una grosera falta de los kiwis, lo cerró Brian Rodríguez al final del tiempo reglamentario.
Uruguay quedó primero en el Grupo, y espera seguramente por Ecuador, el próximo Lunes.
Comentario aparte para los sucedido en el juego de Honduras contra Noruega, donde los centroamericanos cayeron 0-12. Un resultado escandaloso, que solo se puede explicar si los muchachos terminaron con 7 y un jugador de campo atajando o se les fue las ganas de jugar.
Entiendo que el DT hondureño con esa camisa azul y corbata roja debe haber enfurecido a los Dioses del Fútbol por su mal gusto, pero 12 goles me resulta un castigo excesivo.
Los noruegos, tan neutros, tal nórdicos, la verdad, unos soretes. Doce goles y para peor NUEVE de un mismo jugador es pecar de golosos. El muy malvado del goleador hizo el gesto del VAR (le anularon un penal por esa vía) cuando hizo el gol 12.
Ojalá terminen 4 terceros con 4 puntos.
El otro sorete fue el árbitro, que según cuentan se despachó con 4 minutos de adición. Capaz que pensó que por los nueve goles, además de la pelota, tenía que darle su silbato y las tarjetas, y estiró el tiempo para hacerse a la idea. Un descarado.
Obdulio opina,
Obdulio son los Padres