La selección uruguaya se presentó en el Estadio Centenario, ante un excelente marco de público, para su partido despedida ante un rival acorde a este tipo de eventos: un cuadro livianito con dos o tres con cara de malo para disimular.
Sin sus dos figuras principales, La Celeste alineó desde el inicio a Maxi Gómez en el ataque, quien buscó ser abastecido por los jugadores antigravitatorios De Arrascaeta y Lodeiro (ya Obdulio se encargará de Ud.).
El primer tiempo empezó muy cortado, con los panameños aprovechando todas las patadas que tenía permitido el contrato (tres o cuatro), y los uruguayos que no quisieron ser menos y se sumaron a la fiesta de los fouls.
Pasado los 10 minutos, el mediocampo uruguayo destrabó la situación al impedir que el ataque fuera iniciado por pelotazos desde Godín y Josema que por momentos parece que tuvieran catapultas cerca y le dan sin pudor lo más lejos posible.
Bentancur agarró la manija del equipo y la pelota empezó a rodar un poco mejor por el desmejorado campor de juego. Preferentemente por derecha (¿quien le va a pasar la pelota a Lodeiro por izquierda?), Uruguay armó un circuito interesante entre los acelerados Nández y Cáceres y la pausa de Giorgian.
Una gran jugada entre éstos terminó con el gol de Gómez por el segundo palo a los 18 minutos.
Esto le dio confianza a los nuestros que empezaron a buscar por ese costado, generando un par de jugadas más, una de ellas provocada por el cambio de lado con Lodeiro, que se fue hasta ahí a ver si tocaba una, armando una buena combinación con Nández que Giorgian definió incómodo.
El primer tiempo se fue sin mucho más para contar, salvo una patada fuera de lugar de Vecino y el despliegue de calidad de Bentancur que cuando no quiere salir jugando desde su área, genera cosas muy buenas.
El segundo tiempo fue menos de lo mismo, porque aquel circuito interesante se había esfumado, y lo único destacable del primer cuarto de hora fue un pelotazo de Valverde que dejó knockout al zaguero panameño.
Uruguay mostraba algunas flaquezas defensivas, especialmente cuando buscaban la estancia que había entre los centrales y los volantes. Por suerte Valverde se avivó rápido y se empezó a recostar sobre la línea final para solucionar el tema.
El ingreso de Torreira empezó a acomodar las cosas en el medio, y cuando saltaron Suárez y Cavani en los úlimos 20 minutos se vio lo mejor de Uruguay, lógicamente.
Un golazo de tiro libre de Suárez empezaba a cerrar el partido. Uruguay apretó el acelerador, empezó a presionar más arriba y encontró espacios para generar situaciones peligrosas en el arco rival. Una de Giorgian en el horizontal fue la más clara.
El golazo de Valverde redondeó un score que dejó contento a los presentes y premió al mejor de Uruguay en el segundo tiempo.
Sin mucho más para contar, porque Obdulio también está en etapa de preparación, nos vamos derecho al unoxuno, que pese a ser amistoso tiene alguna cosita para destacar.
MUSLERA: Una atajada con seguridad y la seguridad de que no se recupera más de los colores impresentables en su vestimenta.
CACERES: Su dupla con Nández por derecha puede llegar a ser nociva. Dos «choca choca» del mismo lado es muy riesgoso.
GODIN: Partido correcto del capitán.
JOSEMA: Después de 30 tatuajes perdió todo el pudor y la revienta cada vez que agarra la pelota. Baje un cambio amigo y pásesela a uno vestido de celeste.
LAXALT: Si tenés a Lodeiro por tu lado sabés que vas a subir poco. Le puso onda con las trenzas, que se yo.
NANDEZ: Fue el más peligroso del ataque de Uruguay en el primer tiempo. Su presencia vino a compensar la falta de Cebolla Rodríguez y su investigación sobre la impenetrabilidad de la materia.
BENTANCUR: El mejor de Uruguay hasta que salió lesionado. Cabecita levantada, se la da a los compañeros y cuida la pelota. Se le nota una mejora en el aspecto defensivo. Cambió los zapatos color salmón por unos plateados. Para tener de amigo a Cristiano Ronaldo es un avance.
VECINO: Una patadita de arranque para liberar tensiones y poco más. A cuidar las patitas.
LODEIRO (estaba esperando este momento desde que lo vi entrar a la cancha): Ese pelo platinado se justifica sólo si sos el nuevo del cuadro y tus compañeros te agarraron de pinta, haciéndote elegir entre platinado o pelado. Como dijo un fiel lector de Obdulio, «Ha de ser para que nadie se vaya a confundir para putearlo». Si la idea es darle minutos, espero que los haya jugado todos en este partido.
GIORGIAN: TIene momentos de liviandad y otros donde las fuerzas gravitatorias se comportan con normalidad, entregando algunos destellos de calidad, como el pase del primer gol o una que reventó en el horizontal. Ese look abrasilerado (morras trabajadas con Romario en la playa y medias por encima de las rodillas) tal vez le sirva para jugar en Brasil unos minutos más que Lodeiro y Pereiro.
GOMEZ: Tuvo una y la mandó a guardar. Aprovechó su oportunidad de sumar más minutos de lo que lo hará en la Copa América.
VALVERDE: Jugador completo, de los preferidos de Obdulio. Distribuyó la pelota con certeza, cubrió los huecos en el medio e hizo un golazo. Aunque no sea su posición en la cancha, sería más productivo verlo jugar a él más tiempo que a el muchacho platinado.
TORREIRA: su ingreso le dio consistencia a un mediocampo que estaba perdiendo pie. Hizo de sus quites quirúrjicos ganándose el aplauso de la tribuna.
CAVANI: Entró para que lo aplaudieran.
SUAREZ: Es un tarado (en el buen sentido), que tiene un espíritu competititvo envidiable. Te entra en un amistoso de porquería, va a presionar a los rivales, se pelea con los zagueros y de pasó mete un golazo de tiro libre.
PEREIRO: Entró para cumplir con la cuota de livianitos
EL JONA: Le puso ganas.
Uruguay ganó por el peso de sus individualidades un partido que sirve para ganar confianza y minutos de juego al equipo.
Obdulio estará pendiente de los partidos de Uruguay en la Copa América, siguiendo de cerca la suerte de los esforzados atletas vestidos de celeste.
¡Mucha suerte, muchachos!
Obdulio comenta,
Obdulio son los Padres