Las semifinales de la Copa América empezaron con un partidazo en Belo Horizonte, demostrando que cuando dos grandes equipos se enfrentan sólo cosas buenas se pueden ver en la cancha.
Brasil, un señor equipo de fútbol, supo pegar en los momenos justos para doblegar a un oponente que se le plantó con gran personalidad y le jugó de igual a igual, como solo los equipos grandes se le pueden plantar al scratch.
Coutinho y Everton hicieron el trabajo sucio en primera línea, bloqueando el armado argentino desde la zona central, provocando que Messi retrocediera a buscar la pelota que le quedaba cada vez más lejos.
Equilibrada las cosas, el músculo comenzó a ser el protagonista en la cancha caldeando los ánimos que no eran aplacados por el árbitro del partido, el único que no pareció estar al nivel que el partido exigía.
Argentina tanteaba a larga distancia y Messi comenzaba a incidir un poco más, pero este equipo de Tite ha demostrado que siempre está agazapado para dar el golpe certero que hace tambalear al rival.
Fue así que Coutinho le quebró la cadera al volante argentino con un caño de lujo, y tras entreverarse un poco la cosa apareció Dani Alves con una jugada de colección, que incluyó sombrerito, pecho y pase en cortada, para terimar con un pase de primera y la definición certera de Gabriel Jesús para poner a Brasil en ventaja.
Argentina no se quedó quieto y le sacudió el arco a Alisson, que vencido sólo saldría en la foto de un gol que no se dio con una volada estéril tras cabezazo de Agüero.
La agresividad argentina se trasladó al segundo tiempo, donde en los primeros 20 monopolizó el dominio del campo y la pelota, acorralando a Brasil.
Messi tuvo sus chances, pero el vertical le devolvió la primera y el bueno de Alisson anticipó notable un tiro libre que descolgó como un centro.
Brasil parecía acorralado, reventando pelotas y enredado en discusiones con los rivales, pero nada de eso nubla la calidad de sus delanteros, que a los 25 minutos sacaron un contragolpe letal a pura potencia de Gabriel Jesús, que tras gran jugada dejó solito a Firmino para estirar ventajas y casi cerrar el juego.
Argentina vendió cara su derrota y siguió insistiendo en sus objetivos, con menos ideas pero dejando todo en la cancha, haciendo más grande aún la victoria de los brasileños, que con algún toquecito de calidad hacían calentar a los argentos y recibieron los golpes de sus frustrados rivales (no los justifico, pero con la intensidad que se estaba jugando, a cualquiera le daban ganas de juntarle las piernitas a Firmino cuando tiraba un caño).
Dani Alves y Gabriel Jesús los destacados de Obdulio.
Para los que vimos el partido sin preferencias por alguno de los dos equipos (Obdulio me me acota que un poquito mejor nos caían los argentinos), celebramos haber visto un partido jugado con intensidad, pierna fuerte y destellos de calidad que valieron cada minuto frente al televisor, que pasaron rapidísimo como suele pasar con las cosas buenas.
Obdulio comenta,
Obdulio son los Padres.
OBDULIO SON LOS PADRES 