La selección uruguaya se presentó en San José de Costa Rica para jugar una vez más un partido de preparación rumbo a las Eliminatorias en el marco de la Fecha FIFA.
La patrona preparó unas pizzas y Obdulio se dispuso a ver el match del combinado y tratar de analizar mínimamente lo sucedido en el campo de juego.

Por suerte la presencia de un tipo que sabe de fútbol como el Loco Abreu le evitó la calentura de escuchar «vean» durante noventa minutos y pudo aprender de los conceptos vertidos por el actual ariete de Boston River.
Sin Godín, Cavani y Suárez, Tabárez tuvo la oportunidad de probar un equipo sin la tensión de tener que dársela constantemente a dos tipos que se la piden hasta al golero.
Obdulio se entusiasmó con la oportunidad para ver otra dupla atacante pero nuestro conductor técnico decidió jugar casi sin delanteros. Bien por el maestro que le quitó presión a Maxi Gómez ordenando a los volantes que no le den una sola pelota bien jugada como para que no hagamos comparaciones odiosas.
El equipo local, que cuenta con algunos jugadores experientes y de buena técnica, venía de perder a su entrenador (el uruguayo Matosas) y fue dirigido en esta ocasión por el doble de riesgo de Pitbull (el que hace las escenas donde no hay mujeres semi desnudas).
Para pudrir la cosa, Uruguay jugó con un 4-5-1, llenito de volantes con capacidad de velocidad diferente y buen trato de pelota, con Brian Rodríguez desentonando cada vez que avanzaba a gran ritmo y encaraba a los rivales.
Está bueno probar con un equipo sin Suárez y Cavani practicando un dibujo táctico que no se va a poder ejecutar cuando jueguen Suárez y Cavani, salvo que manden al Edin a volantear por izquierda. Lo positivo es que hay variantes cuando no están.
Con el aporte del mencionado Brian y el desdoble de Vecino y De Arrascaeta la Celeste empezó a dominar el juego provocando alguna atajada del gran Keylor Navas.
Por el lado de Costa Rica, la búsqueda en ataque se limitó a pases al límite del offside para sus delanteros que durante toda la primera parte quedaron en posición prohibida. Apenas si un centro cruzado que encontró a Cáceres descolocado en el segundo palo (¿cuándo no?) provocó una buena tapada de Muslera, bien ubicado.
El Brian por derecha se sacaba chispas con Matarrita, mientras que Laxalt dejó un surco por el costado izquierdo complicando a la zaga tica aumentando así la presencia ofensiva por las bandas.
Luego de los veinte Bentancur y Giorgian le pidieron a Torreira la pelota y comenzaron a generar peligro. Lo del volante de la Juve es un derroche de talento tremendo mientras Giorgian, picante, iba a buscar la devolución en cada pase sabiendo que hoy se la iban a devolver redonda.
Malas decisiones de Maxi Gómez en la definición y algún cortocircuito en el último pase impidieron a Uruguay ponerse en ventaja en el marcador. Giménez ganó también por arriba pero esta vez le erró al arco.
Para emparejar un poco, salió Torreira en apariencia sentido y entró Nahitan para poner un poco de desorden.
Uruguay amontonando gente del medio para arriba controló el juego sin mucho esfuerzo y tuvo su premio al final cuando Giorgian le puso un pase exquisito a Maxi Gómez; éste fue derribado en el área y al árbitro no le quedó más remedio que cobrar penal.
Giorgian le cruzó la pelota de forma excelente a Navas que se tiró bien pero no anduvo ni cerca de tocarla.
1 a 0 y fin del primer tiempo.
El «pelado» Cáceres se mandó una de karate kid al borde del área apenas iniciado el segundo tiempo comentiéndole una falta torpe a Brian Ruiz. Celso Borges aprovechó para dejar de estatua a Muslera ejecutando de forma notable el tiro libre y poniendo el empate en el momento menos pensado.
De ahí hasta el minuto 44 se lo puedo resumir de la siguiente forma aprendida en las mejores casas de estudios del mundo: se cagaron a patadas.
Giménez inauguró una serie de golpes fuertes que incluyeron alguna escaramuza entre Vecino y el 13 de Costa Rica que estaba bien de vivo y había hecho calentar a Bentancur también.
Costa Rica dominó el segundo tiempo, salpicado con alguna jugada interesante de Brian Rodríguez y poco más.
El Maestro se terrajeó lindo y puso al Brian Lozano junto al Brian Rodríguez y para rematar aplicó la táctica de abrumarte a Rodríguez poniendo al Jona.
También hubo tiempo para que Viña tuviera su viajecito a Pando. El otro que vio acción fue Valverde que en 15 minutos demostró que Nández no debería ser el primer cambio en el mediocampo uruguayo.
Sobre el final a Cáceres le dieron como cuatro oportunidades de tirar un centro que no se fuera por atrás del arco o terminara pegando en los glúteos del lateral izquierdo. Uno de los centros de porquería que mandó lo dejó pasar Nández y luego de un defectuoso cierre del lateral tico la agarró el Jona, se lo sacó de arriba con un movimiento sutil y la puso contra el palo izquierdo de Navas para desnivelar el marcador en un arrebato de habilidad y precisión.
2 a 1 y a cobrar.
Los descuentos nos dejaron una jugada inexplicable, que se inició con tremenda cagadita del Jona que se quiso hacer el que cuida la pelota y mandó un pase atrás que fue interceptado por el ataque local.
La serie de centros que cayeron en el área incluyeron una patada voladora de Cáceres que por suerte no llegó a destino, un puñetazo fallido de Muslera que parece que a cinco metros del arco no le funcionan las manos, y otro blooper de Cáceres que quedó tirado de panza en el piso como gordo de fútbol 5 pidiendo que el cantinero grite la hora mientras intentaba cerrar sin éxito su sector.
Por suerte ellos eran peores que nosotros y la victoria quedó en manos del combinado uruguayo.
Fin del juego.
Para cerrar, el espacio que se abre en forma exclusiva para los partidos de la selección uruguaya: el UNOXUNO
MUSLERA: Ya debe estar presupuestado en el Estado y por lo tanto es inamovible. Hoy fue el capián, llegó a su partido número 113 y su vestimenta desafortunada número 100. Cuando cruza las fronteras del área chica pierde los superpoderes.
CÁCERES: No jugaba desde la Copa América y consiguió equipo (Fiorentina) hace pocos días. Capaz que sabe secretos oscuros de Tabárez y por eso siempre juega (lo habrá escuchado hablar bien de García Pintos y la brigada «Palo y Palo», se me ocurre).
JOSEMA: Un cable pelado con joroba. Midió al árbitro «como un sastre» y cuando le sacó la ficha empezó a repartir patadas sin pudor.
COATES: Correcto como de costumbre. Ninguno se animó a meterle el peso en todos las oportunidades que hubo de hacerse el guapo. Todo dicho.
LAXALT: Como tenemos que llenar la cancha de volantes «de buen pie», se debe sacrificar como lateral izquierdo corriendo unos treinta metros más para desnivelar. Así y todo fue de los mejores de Uruguay en el primer tiempo. Obdulio sigue indignado con esas trenzas.
TORREIRA: Corrió, metió, se la dio a los de celeste y recibió una patada fea que seguro fue lo que provocó su salida del campo. La publicidad esa donde aparece en varios lugares de Uruguay pinta su función en la cancha: molestar en todos lados.
VECINO: Por primera vez provocó un «bien botija» de parte de Obdulio. No fue por haber jugado bien el primer tiempo con dinámica y llegada en ataque, sino por meterle el peso a uno luego de recibir un par de patadas molestas. Eligió la pinta porque era uno chiquito, pero se la bancó como un hombrecito cuando llegaron los morenos grandotes a pedir explicaciones.
BENTANCUR: Tiene destellos de calidad y te la deja en la rodilla sin querer. Es una mezcla perfecta entre la cadencia de Zalayeta, la elegancia de Francescoli y la patada a destiempo del Nico Rotundo. Lo quiero siempre en mi cuadro. Un cra.
BRIAN RODRIGUEZ: Tuvo el atrevimiento de querer eludir rivales y jugar a una velocidad impropia para nuestra selección. Ojalá aproveche sus oportunidades y lo veamos más seguido con la celeste en el pecho. Buen debut del Brian. De los destacados de Obdulio.
GIORGIAN: Muy buen primer tiempo. Aportó toques de calidad y el gol de penal. Sus combinaciones con Bentancur fue de lo más interesante del equipo. Hoy se puso un short con un talle apropiado o le aflojó al entrenamiento en las playas de Ipanema.
MAXI GOMEZ: Verlo jugar arriba fue como estar acostumbrado a cenar tomando Coca-Cola y un día te sirven Nix caliente. Le tocó jugar en el peor lugar, y para colmo lo pusieron solo arriba para que se note todo lo que hace. Pobre Maxi. El mérito de provocar el penal y poca cosa más.
NAHITAN: Le puso desorden al mediocampo y liberó tensiones con un par de patadas. Tuvo la decencia de eludir un pelotazo que iba para él y terminó siendo el segundo gol de Uruguay.
BRIAN LOZANO: Todavía me pregunto cual fue la idea de su ingreso a la cancha.
VIÑA: Cumplió el sueño del pibe y jugó sus minutos en la mayor hasta que el DT encuentre un lateral derecho decente y mande a Cáceres a jugar por izquierda (Saracchi sigue viendo como cualquier zurdo que llega a la selección juega antes que él).
VALVERDE: Para Tabárez hay 4 ó 5 jugadores que entran antes que él (incluido Nahitan). En quince minutos demostró que es titular indiscutido en la selección. Debe haber hecho algo muy malo (esconderle el bastón a Tabárez, capaz) para que nunca sea considerado entre tanto volante que tiran a la cancha.
EL JONA: Aportó todo lo que Maxi no pudo hacer: velocidad, desmarque, peligro para el rival y un golazo. Completó su faena con una cagadita que casi nos cuesta el empate. No podemos quejarnos, es el Jona.
Obdulio aprovecha la ocasión para recordarles que están colgados los capítulos de «COLOMBES 1924 – La historia de un uruguayo en los Juegos Olímpicos de París», a poco de terminar. ¡No se lo pierda!
Uruguay cumplió con el objetivo de juntar a la muchachada una vez más, hacer unos pesos sin sus principales figuras y demostrar que pese a las ausencias siguen apareciendo jugadores que hacen la diferencia y otros que ilusionan de cara al futuro.
Habrá que acostumbrarse de a poco a notar que las claves del equipo no estarán en los delanteros implacables, sino en otro estilo de juego (siempre basado en «limitar al rival») que se empezó a esbozar en la noche de hoy.
La renovación empieza en el mejor lugar para hacer experimentos: las Fechas FIFA.
La Celeste se presentará el próximo Martes en St. Louis, para jugar contra la selección de Estados Unidos. Podrían haber jugado en New Jersey o Filadelfia y capaz que Obdulio hacía un esfuerzo y se tiraba hasta ahí para verlos. Si venían para DC no era necesario AUFTV, Obdulio transmitía ao vivo.
Cuando juega La Celeste Obdulio no se lo pierde y luego comenta para sus diez lectores habituales (al menos son más que los de Estadio Uno).
Obdulio en trasnoche,
Obdulio son los Padres