La última escala del Burocratic Tour de 2019 fue en Tel Aviv, Israel, enfrentando a la selección argentina en una nueva edición del partido más jugado entre selecciones fuera de las islas británicas.
Obdulio no comentó el clásico del domingo porque no lo vio. Al parecer el partido fue un espanto así que la decisión de pasar la tarde en otro lugar fue la correcta.
Para el partido de hoy Obdulio ocupó toda su hora de descanso para ver buena parte del juego y otro tanto lo fue relojeando para poder entregar el comentario que llega a continuación.
Tabárez sigue buscando maneras de hacer sufrir a Cavani y decidió armar un 4-1-4-1 para poder contener a la selección rival. Cuentan las malas lenguas que el Maestro recibió un mensaje previo a la charla técnica y decidió cambiar su parecer sacrificando por primera vez en todo el proceso a Suárez en esa posición (ya explicaremos luego que fue lo que pasó).
Los dirigentes de Barcelona chochos y los organizadores no tuvieron excusas para pagar el contrato completo porque las dos estrellas celestes estaban en cancha.
Cuando juegan uruguayos y argentinos se puede saber desde mucho antes como será el juego: los argentinos con la pelota, moviéndola todo lo que pueden y los uruguayos tratándola de recuperar y pegarle alguna patada al habilidoso de turno para picar el match.
Pues bien, más o menos eso se dio pero con una diferencia: ésta vez los uruguayos sabían que hacer con la pelota luego de recuperarla y no se limitaban a reventarla para los delanteros.
Luego de un par de cierres notables el bueno de Coates tuvo que ser sustituido por lesión y allí las cosas se empezaron a complicar para nuestra defensa pues Giovanni González entró por el lesionado y Cáceres pasó a la zaga. Los argentinos siguiendo los recientes resultados electorales en su país inclinaron todo el partido su ataque sobre su izquierda (cualquiera lo haría sabiendo que ahí están Giovanni, Cáceres y un volante improvisado).
El plan de poner a Suárez me imagino que iba a durar hasta que el «9» se cansara, fue así que a los 5 minutos Vecino ya andaba correteando gente por ese costado.
Mientras el ataque argentino se esfumaba al borde del área tras cagar a patadas a Messi una escalonada marca uruguaya. Al recuperar el balón empezaba el show de Valverde que se aburrió de darle buenos pases a sus compañeros, siempre al pie, siempre dejándolos en posición favorable.
El sector zurdo de Uruguay liderado por Lozano era muy bien complementado por Viña que se iba arriba con criterio generando la primera clara de Uruguay tras un desborde que terminó en un tiro de Suárez bloqueado por la defensa.
A los 34 Valverde una vez más apareció para recuperar en la mitad de la cancha y con una visión envidiable le puso una pelota cruzada a Lozano para que demostrara que bajarla con estilo no es algo exclusivo de los brasileños. Tras tres toques a una velocidad pocas veces vista en nuestros equipos Cavani definió frente al arco tras pase de Suárez luego de recibir una asistencia perfecta de Torreira.
En tu cara, JR.
Entre Messi y el Edin las cosas se pusieron calientes y el marciano empezó a desplegar magia por toda la cancha. El «10» las empezó a pedir todas y empezó a generar dolores de cabeza a la defensa uruguaya, que aplicaba analgesia sobre las piernas de Messi a puro golpe.
A esa altura de el partido el árbitro había perdido el control de las cosas, pues permitió excesos de los dos bandos y cuando decidió sacar una tarjeta amarilla los jugadores ya estaban en modo «el partido es nuestro».
El primer tiempo se iba con la sensación de que Uruguay había hecho mejor las cosas en función de su plan de juego. Los argentinos tuvieron alguna chance bien resuelta por Campaña mientras que Uruguay aprovechó la suya.
Para la segunda parte la presión argentina empezó a tornarse insoportable y el arco de Andrada parecía cada vez más lejos. Pasado el cuarto de hora y ya sin Cavani en cancha Uruguay cometió una falta al costado del área que Argentina aprovechó para cambiar por gol.
Viña, acostumbrado a marcar a delanteros un poco menos movedizos, no pudo con Agüero que a puro recurso se lo sacó de arriba y le ganó ese espacio necesario para conectar de cabeza y dejar sin nada a Campaña.
A entender de Obdulio la falla en el gol estuvo en no tener a alguien en el primer palo para cortar ese centro. Ya sin Coates ni Cavani la defensa quedó baja y los argentinos aprovecharon.
El empate parecía hacer justicia con un trámite favorable a los argentinos en la posesión de la pelota y a esa altura en oportunidades de gol.
Pero la selección uruguaya tiene esas cosas que los rivales no entienden y se trata del aprovechamiento de cualquier oportunidad para hacer daño.
Suárez sacó una falta de la nada misma generando un tiro libre ideal para su perfil. De balón parado se la clavó en el ángulo a Andrada que pese a manotearla no tuvo forma de defender esa pelota correctamente.
2 a 1 y a defender.
Los cambios llegaban pero la intensidad defensiva no mermaba. Ya sin Valverde pero Bentancur en el campo, las pocas veces que la teníamos terminaba diluyéndose todo en tres cuartos de cancha (con suerte).
Sobre la hora Campaña se mandó flor de atajada ante un cabezazo al borde del área chica y parecía sellar la suerte del partido, pero dos minutos pasada la hora el árbitro no dudó en cobrar penal para Argentina tras pegar claramente en la mano de Cáceres.
Messi esperó el movimiento de Campaña para definir y pese a que el arquero volvió sobre sus pasos, ya era tarde para evitar el gol.
El empate pareció reflejar algo mejor lo sucedido durante los 90 minutos de juego aunque la manera que se dio sea la que menos nos agrade a los hinchas y que más frustra a los jugadores luego de un gran esfuerzo.
Sobre el final se picó el asunto y por momentos Obdulio temió por la salud del Maestro que se metió en la refriega demostrando que ya no le importa nada. Si alguno desacomodaba al hombre sin querer se iba a armar lio de verdad.
Uruguay terminó así una serie de seis partidos (vs Costa Rica, EEUU, Perú x 2, Hungría y Argentina) donde ganó tres, empató los restantes, pero lo más importante es la mejoría notoria en cuanto éstas Fechas FIFA avanzaron dejando mucho material para el análisis de los que saben y la tranquilidad de que hay una base amplia para enfrentar las eliminatorias.
La Celeste volverá en marzo cuando empiecen las Eliminatorias rumbo a Catar 2022, y mientras Obdulio piensa como cubrir ese bache enorme de más de cuatro meses les deja el clásico unoxuno:
CAMPAÑA: No sé muy bien por qué pero a él le queda mejor el verde. Tal vez sea que el número 12 en negro le afecte menos la visual a Obdulio. Más allá de eso, demostró solvencia en el arco e hizo una enorme atajada sobre el final.
CÁCERES: Cuando uno piensa que luego de una expulsión tonta y comer banco contra los húngaros iba a tener unas vacaciones en Siberia, Tabárez le devolvió la confianza y demostró que lo de él son éste tipo de partidos. No importa en que lado de la zaga juegue el tipo siempre cumple.
COATES/GIOVANNI: El primero cumplió con creces los escasos minutos que estuvo en cancha (si Coates juega 30 segundos se destaca igual). El hijo del Juachi le metió muchas ganas y superó las expectativas en defensa. Casi que ni se mandó al ataque.
GODIN: El capitán demostró un nivel digno de partido de eliminatiria. Sus excursiones a la mitad de la cancha para arrimarle la ropa al cuerpo a Messi hicieron las delicias de grandes y chicos. El mejor de la defensa por destrozo.
VIÑA: Hizo un cierre salvador en el primer tiempo y tuvo tiempo para incidir en ataque. En el segundo tiempo se limitó a funciones defensivas haciéndolo bien.
VECINO: Generoso en el esfuerzo para desdoblarse y asumir que Suárez no iba a parar a nadie por ese sector. Cuando tuvo la posibilidad la distribuyó con criterio. Buen match.
TORREIRA: En este renovado mediocampo los volantes tienen la curiosa característica de poseer una gran técnica de marca y capacidad de pase. En el caso de Torreira combina algo de la vieja guardia con los nuevos, una mezcla de Arévalo Ríos y Vecino donde los genes del primero incidieron en la estatura y despliegue sin lugar a dudas.
VALVERDE: Para no ser reiterativo sólo diré que éste muchacho será la estrella de Uruguay de los próximos años. Hace todo bien. Un crack.
LOZANO: Cuando baja la pelota hay que hacerle respiración boca a boca para despertarla del desmayo. Para mejor hoy parecía que los balones estaban algo desinflados pero en los pies del Brian parecía estar pinchada. En esta doble fecha FIFA empezó a demostrar por qué ha sido elegido por el Maestro. Otro player que empieza a tapar bocas.
CAVANI: Hizo el primero, se peleó con Messi (se ve que no quiere jugar en Barcelona) y fue un dolor de cabeza permanente para los defensores rivales. Hoy llegó a su gol #50 con La Celeste. El Edin nunca te deja tirado.
SUAREZ: Dicen que la decisión de que volanteara por derecha fue porque el Maestro recibió un mensaje con la suma de dinero que el ariete aportó a la «coalición multicolor». Revoleando el bastón y al grito de «así que a vos te gusta la derecha» lo mandó a jugar por ese lado a modo de castigo. Más allá de eso (aclaración para los sensibles: es un chiste de Obdulio), incidió en el partido, se fumó los 90 minutos e hizo un golazo. Otro fenómeno.
LAXALT le puso onda por izquierda.
BENTANCUR juega de manera elegante pero algo más cadencioso que Valverde y se notó.
BRIAN RODRIGUEZ: pocos minutos en cancha
Se terminó el Burocratic Tour y con él la actividad de La Celeste hasta el inicio de las Eliminatorias. Al parecer el cuerpo técnico no sólo ha encontrado buenos rendimientos en varios jugadores sino que ha ampliado la base para afrontar la actividad internacional por los próximos tres años.
El que va a tener que encontrar algo para hablar es Obdulio porque de acá a marzo va a tener que rellenar con algo. Se aceptan sugerencias.
Obdulio clásico,
Obdulio son los Padres