El Consejo de Fútbol Profesional decidió no aceptar la creación de la «Copa Uruguay», la Copa del Rey uruguaya propuesta por el Ejecutivo de la AUF.
Este tipo de competencias que intenta incluir a los equipos de distintas categorías de las asociaciones de fútbol del mundo es parte de lo que FIFA le exigió a la AUF cuando anduvo por Uruguay interviniendo las oficinas del fobal.
En nuestro post Campeonato Uruguayo y Copa Uruguay 2020 Obdulio pasó en limpio la información sobre los posibles participantes y el calendario tentativo de esta Copa.
Como todo lo que se organiza en el fútbol uruguayo está a cargo de nuestros genios de los calendarios, aplicaron la frase «la pateamo’ pa’delante» y no tuvieron mejor idea que dejar a consideración de los clubes la pertinencia de esta Copa en pleno desarrollo de la temporada, no sea que tener claro el calendario antes de empezar afecte la sensibilidad de los hinchas y éstos decidan comprar entradas e interesarse un poco más por el fobal.
Antes de cambiar el famoso estatuto (que venía a arreglar los males del fútbol uruguayo encomendándose a San Escritorio) cuando se votaba algo lo hacían los 16 clubes de primera división más un voto de la B.
Estos fenómenos apenas lograron una mayoría simple para aceptar una oferta por 24 millones de dólares por la vestimenta de La Celeste cuando lo que se recaudaba previamente en un mismo período eran 3.5 millones (no se me escapó ni un punto ni una coma. Ocho de los 17 votantes defendieron la idea de que seguir cobrando 3.5 era mejor que recibir un valor 7 veces mayor).
Imagine ahora donde en el Consejo habían 45 votos posibles y los clubes involucrados en este campeonato serían 68 y el premio deportivo era el cupo 4 de Uruguay para la Copa Sudamericana, algo así como el séptimo puesto de la Tabla Anual.
Siempre que se tienen que tomar este tipo de decisiones los aspectos políticos están por encima de cualquier otra explicación por más que las propuestas sean las mejores. El ejecutivo actual fue votado a regañadientes por algunos clubes que junto a otros que nunca lo apoyaron se han encargado de trancar todo lo posible. Mezquindad en estado puro.
Nacional le había dicho al Ejecutivo que iba a votar a favor de la Copa Uruguay pero «sorpresivamente» no se presentó dejando la votación en un posible escenario de empate, y todos sabemos que en Uruguay el empate se cuida siempre así que la votación terminó 22 a 22.
Defensor Sp., Deportivo Maldonado, Montevideo City Torque, Peñarol, Plaza Colonia y Rentistas fueron los únicos equipos de Primera División que votaron a favor.
No crea que los dirigentes montevideanos fueron los únicos que se opusieron a este campeonato integrador. Cerro Largo FC y Rocha FC votaron en contra e impidieron que clubes de su propio departamento como Melo Wanderers, Boca Jrs de Melo y Lavalleja de Rocha puedan jugar. Hay para todos los gustos.

El torneo iba a contar con un apoyo de U$S 400.000 de CONMEBOL más el apoyo de sponsors que aún se estaban buscando y el posible apoyo de Tenfield. Todo previsto con tiempo para que nada quede librado al azar como nos caracteriza.
Entre los alegatos políticamente correctos, se decía que el dinero de CONMEBOL era en realidad dinero que llegaba para apoyar a los clubes en infraestructura y no en este torneo.
Ya un poco más en el plano de la realidad decían que Tenfield no iba a poner un peso extra en esto así que tampoco iban a recibir dinero por el lado de la TV. La AUF decía lo contrario y al parecer estos dirigentes creen que solo Tenfield puede transmitir partidos en Uruguay (tiene los derechos hasta 2025) y no son capaces de ir a buscar ofertas afuera pagando la multa correspondiente si es que alguien pone mas plata y termina siendo más lucrativo.
Yendo al fondo de la bolsa y encontrando argumentos mezquinos, Obdulio escuchó a un dirigente decir que darle el cupo 4 de la Sudamericana para el ganador de la Copa Uruguay les quitaría un cupo a los clubes de Primera División del Campeonato Uruguayo para clasificar a esa copa internacional con los perjuicios económicos correspondientes.
Mientras todo esto pasa los clubes se siguen preguntando por qué todos los partidos que organizan terminan dando pérdida y la gente no los acompaña a la cancha. Integrar equpos de todo el país en un verdadero campeonato uruguayo es algo que sigue siendo complicado de lograr en un país de apenas 3.5 millones de habitantes y con una distancia máxima a cubrir de 600km en el peor de los casos.
Para concluir, podríamos resumir con una palabra la actitud de éstos clubes y otros que han tomado este tipo de decisiones que afecta al crecimiento y desarrollo del fútbol en todo el país: MEDIOCRIDAD
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