Una de las cosas que nos une a los hinchas, desde el más apático al más fanático, son las reacciones frente a determinadas jugadas durante un partido. No importa si está viendo un partido de la Liga de Bielorrusia o a su equipo favorito del fútbol uruguayo. Por más desinterés que tenga, hay un grito casi intuitivo que nos nace a todos cuando vemos una falta en el área:
¡PENAL!
Lo comentamos/gritamos sin dudarlo, más allá de quien juegue y nos reservamos ese grito exclusivamente cuando el beneficiado es el rival de turno de nuestro equipo.

El penal es casi una garantía de gol. Le permite al hincha justificar una derrota «por ese penal que no nos cobraron» o saborear una victoria sin importar la justicia aplicada por el árbitro.
En 1881 ese privilegio no existía. Seguramente a otros equipos les pasó lo mismo que a nuestros protagonistas de hoy, pero seguro ninguno hizo más ruido que ellos para cambiar las reglas del fútbol.
Stoke City se enfrentaba a Notts County por alguna etapa de la FA Cup en Inglaterra.
El partido lo ganaba Notts County por 1 a 0 y cerca del final del juego llegó una jugada que empezó a cambiar la historia del fútbol: un tiro de un jugador de Stoke City fue detenido sobre la línea del arco pero no por el arquero, sino por un jugador de campo que se improvisó como el mejor goalkeeper para sacar la pelota sobre la línea usando sus manos.
Probablemente a Ud. se le venga a la mente la imagen que Obdulio les adjunta a continuación:
No quise agregar la del español que sacó el cabezazo del Pepe Herrera en Italia 90 ni la de Kempes en el Mundial 78. Ninguno de esos penales terminó en gol (por un tema de reglamento Suárez fue el único expulsado).
Volviendo a 1881, en el momento de la mano el árbitro pitó falta y obviamente todos los jugadores del Notts armarom una barrera imposible de penetrar sobre la línea del arco.
Aquella jugada no terminó en gol y los muchachos del Stoke City perdieron el partido.
La dirigencia del Stoke City (de seguro eran el back izquierdo y algún habilidoso forward) protestó el partido ante la Liga, y por supuesto no les dieron bola. El partido terminó 1 a 0 y a llorar a la iglesia.
La sugerencia de la regla del tiro penal data de 1890 y se le atribuye a William McCrum de Irlanda del Norte. El hombre se tenía mucha fe o era poseedor de un espíritu deportivo incomparable, pues la regla del penal se le debe a un ARQUERO.
Sí, McCrum además de empresario era arquero en su país y le llevó la idea a la asociación irlandesa de fútbol. Ésta fue elevada al International Board, que tras largas discusiones (seguro había algún arquero con menos espíritu deportivo dentro de los debatientes) se resolvió aprobar el 2 de Junio de 1891.
El primer penal cobrado en la historia fue para el Wolverhampton Wanderers en la temporada 1891-92 y el encargado de rematar y convertir el tiro fue John Heath, el 14 de setiembre de 1891.

El fútbol es de los deportes que menos modificaciones importantes le ha hecho a sus reglas a lo largo de su existencia. No hay duda que ésta del tiro penal fue uno de los cambios más relevantes.
Obdulio los patea fuerte y al medio.
Obdulio son los Padres
Obdulio cita sus fuentes
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