Hoy se cumplen 90 años del inicio de los mundiales de fútbol. Uruguay fue el anfitrión del campeonato a disputarse íntegramente en un estadio construido para la ocasión: El Estadio Centenario.
Obdulio no se podía quedar afuera y también tiene cosas para contar de este campeonato.
La piedra fundacional se colocó el 21 de julio de 1929 pero recién en la primavera de ese año comenzó a erigirse el coloso de cemento.

El partido inaugural estaba previsto para el 13 de julio de 1930 pero para esa fecha el Centenario no estaría listo así que se dispuso que otros dos escenarios albergaran los partidos que escribieron la primera página de la historia de los mundiales.
Ninguno de esos dos estadios permanecen en pie. A uno lo devoró un incendio y en ese terreno se construyó un estadio nuevo pero orientado en forma perpendicular al original, al otro se lo llevó puesto la piqueta fatal del progreso.
En el viejo Gran Parque Central jugaron Bélgica y Estados Unidos mientras que en el Field de Pocitos lo hicieron las selecciones de Francia y México.
El primer gol en la Copa del Mundo lo convirtió el francés Lucien Laurent a los 19 minutos del primer tiempo. Fue el único gol que anotó jugando con su selección.

Las imágenes que existen de aquel partido son muy pocas y la mayoría de baja calidad. Del estadio no quedaron rastros, pero gracias al trabajo paciente de un arquitecto apasionado por el fútbol hoy podemos saber exactamente donde ocurrió.
ENCONTRANDO EL ARCO PERDIDO
El Field de Pocitos se inauguró en 1921 y hasta 1933 fue la cancha donde Peñarol ofició como local. El Estadio Centenario fue demasiada competencia para aquel escenario que podía albergar a veinte mil personas.
Sin ningún tipo de recuerdo o monumento que quedara para la historia, la cancha y sus tribunas desaparecieron en los años 40 y permitió el desarrollo del barrio que venía siendo presionado por el crecimiento del tejido urbano que privilegiaba las zonas costeras luego de las reformas urbanas de las décadas del 20 y 30.
Los tablones y otros materiales de las tribunas volvieron al estadio de Las Acacias, también propiedad de Peñarol.
El arquitecto Enrique Benech se dedicó a buscar la ubicación exacta de la vieja cancha de Pocitos. Su trabajo empezó en 2002 y recién en 2006 logró determinar donde fue que Laurent la mandó a guardar.
Según sus palabras «No había registros oficiales. Pero encontré en la municipalidad de Montevideo un valioso mosaico de fotos aéreas de 1926 y 1929, que me permitieron ubicar perfectamente la cancha al sobreponerlos con la foto actual»

Basados en algunas crónicas y registros antiguos, algunos suponían que la cancha se encontraba del lado Este de la Avenida Soca donde actualmente se encuentra el Colegio Alemán.
Pero la investigación de Benech lo llevó una cuadra paralela al oeste, Coronel Alegre, que cruza la cancha casi de un corner al opuesto en diagonal.
El Field de Pocitos tenía la particularidad de que el palco no se encontraba a la altura del centro de la cancha sino recostado sobre uno de los corner. Su ubicación tampoco era paralela a la cancha sino que giraba un poco para mejorar el ángulo de visión del público.
Las tribunas tampoco seguían un orden riguroso como los estadios actuales sino que seguían sus propias reglas, algo caprichosas, acomodándose entre alguna construcción lindera y las calles circundantes.
Dicen que una vez desmanteladas sus tribunas los tablones terminaron en el Estadio de Las Acacias, también propiedad de Peñarol.


La información encontrada en la Intendencia fue ampliada y verificada por el propio Benech con material fotográfico de la Fuerza Aérea uruguaya, el Servicio Geográfico Militar y la Biblioteca Nacional.
Pero ubicar la cancha y saber donde estaba el centro del campo no era suficiente, era necesario determinar cual de los dos arcos fue donde se hizo el primer gol de los mundiales.
Según lo que se puede ver en la imagen solo uno es posible ubicar en un área pública, el otro quedó en el medio de la manzana.

La investigación entonces cambió de rumbo. De los planos y fotos pasaron a las crónicas del partido. Según los periodistas, el viento favoreció a los franceses durante el primer tiempo y según ellos fue determinante para inclinar la balanza en favor de los europeos, pero no había un «arco de la Ámsterdam» o de «la Colombes» como referencia. Eso complicó las cosas.
Se sumaron a la investigación Juan Capelán, del Museo del fútbol uruguayo, el periodista Eduardo Rivas y otros colaboradores, todos en busca del arco perdido.
Se consultó a Meteorología y lograron dar con los registros de los vientos de aquel domingo de julio de 1930. El informe era claro, los vientos predominantes provenían del Suroeste, determinando que Francia tuvo que defender el arco de la tribuna Sur para ser favorecido por el viento.
En conclusión, el primer gol de la historia de los mundiales, convertido por Lucien Laurent fue convertido en el arco norte, ubicado en la calle Coronel Alegre entre las calles Charrúa y Silvestre Blanco.

La investigación ya no era una mera iniciativa personal sino que pasó a ser de interés departamental. La Intendencia de Montevideo, el Museo del Fútbol y Coca-Cola crearon el concurso «En busca del arco perdido» para colocar dos piezas recordatorias, una en el centro de la cancha, otra en el arco del gol de Laurent, el primero de los Mundiales.
En diciembre de 2006 se inauguraron estas piezas escultóricas que desde su estética y materialidad evocan la sencillez de aquellos tiempos. Las frases que se inscriben en cada uno de ellos pertenece al patrimonio inmaterial de nuestra cultura futbolera.
Los ganadores del concurso también fueron arquitectos: Eduardo Di Mauro y Pedro Calzavara





La curiosidad, el entusiasmo y la pericia del arquitecto Enrique Benech lo llevaron a determinar con precisión un lugar histórico, devolviéndole a la ciudad un sitio que jamás debió dejar en el olvido.
El mundial del 30 dejó la obra imponente del Estadio Centenario nombrada Monumento al Fútbol Mundial en 1980. Desde 2006, dos sutiles intervenciones artísticas se confunden en el medio de la ciudad y en forma silenciosa nos marcan los mojones del inicio de la Copa del Mundo.
Obdulio recuerda,
Obdulio son los Padres
Notas del autor:
- Como siempre, muchas gracias a Eduardo Ciccala por sus aportes.
- El arquitecto Enrique Benech falleció el pasado 16 de junio. Vaya a sus familiares y amigos nuestro apretado abrazo.
Obdulio cita sus fuentes
Foto de portada del Twitter de Alvaron Hernandez Oliver https://twitter.com/oliverahton/status/753215631105912836
Las declaraciones del arquitecto Benech fueron obtenidas de un artículo publicado para BBC Mundo: https://www.bbc.com/mundo/deportes-43882051
https://www.montevideo.com.uy/ZZZ-No-se-usa/EL-ARCO-PERDIDO-DEL-30-uc36444
fifa.com
https://www.elpais.com.uy/informacion/sociedad/pocitos-esconde-lugar-iconico-futbol-mundial.html
http://football-en.footforever.com/CM/Diaporamas_CM/uruguay_1930_1_dia_cm.php?31#vide
https://www.xn--pearol-xwa.org/Noticias/Homenaje-a-la-Cancha-de-Los-Pocitos-uc2188