Obdulio se despide de 2020 repasando la historia del fútbol uruguayo en una nueva serie de post que inicia a última hora del año. La temática elegida será la de los Juegos Olímpicos de 1928. Como suele hacer, no se despachará con un post que repase los partidos y nada más, sino que tratará de ir contando la historia de a tramos junto a anécdotas y hechos curiosos que sucedieron alrededor de aquellos partidos que llevaron a La Celeste a lo más alto del mundo por segunda vez en su historia.
Acompañe a Obdulio en esta nueva serie sobre nuestro fobal, su estilo y su entorno.
Rivalidad Clásica
El bombardeo mediático y el declive del fútbol uruguayo a partir de los oscuros 90s instaló que en Sudamérica «el clásico» es entre Argentina y Brasil. Este hecho, promocionado especialmente por la prensa argentina es un recorte caprichoso de la historia que empieza cuando a ellos se les antoja y se juega entre los que consideran que «están a su altura».
El tema no es nuevo y ya en 1924 la prensa de Buenos Aires consideró el triunfo de Uruguay en Colombes como una victoria «rioplatense». Básicamente la selección uruguaya ganó por que la albiceleste no estuvo presente.
Si hay algo que es innegable es que el fútbol en Sudamérica germinó, creció y se desarrolló en el Río de la Plata. Apenas Chile terceaba en la discusión simplemente como un mero espectador de los creadores del nuevo estilo del fútbol a nivel mundial. Brasil por aquellos tiempos ni picaba y apenas una Copa América jugada post pandemia de 1918 (¿les suena familiar?) se encontraba en las vitrinas de un fútbol que no permitía jugadores de piel morena en su selección.
Tras la victoria en Colombes la rivalidad entre uruguayos y argentinos creció de manera exponencial. Cada partido era una guerra y cada triunfo generaba mares de tinta de los inspirados cronistas que intentaban condimentar el clásico con todo tipo de especias.

El concepto «campeones morales» que siempre le escuché a mi abuelo llamar a los equipos argentinos, surge de las victorias obtenidas ante los uruguayos post Colombes. Cualquier excusa venía bien para demostrar superioridad ya sea en «amistosos» como por la Copa América.
También en esta época surge el «uruguayos campeones» tras la victoria de nuestra selección en la Copa América de Chile en 1926. Esa canción que Ud alguna vez cantó o tarareó en épocas de competencias internacionales (o al final de un asado con cantarola) surgió en estos tiempos de efervescencia.
El estreno del gol y el alambrado olímpico, jugadores quebrados, grescas dentro y fuera de la cancha, mucha pierna fuerte y un sinfín de problemas se sumaron entre la vuelta olímpica de 1924 y los juegos de Ámsterdam 1928.
Además de los problemas con nuestros vecinos del Plata, los líos internos estaban en pleno proceso de normalización tras el Cisma del fútbol uruguayo. A los campeones olímpicos se le sumaba los refuerzos de los jugadores de Peñarol y Wanderers que llegaron para reverdecer un poco un plantel que se empezaba a poner veterano, pero que no perdía las mañas.

Dentro de América las selecciones rioplatenses no tenían rivales y su medida real estaría en Europa, donde se los esperaba con ansias. A los argentinos con admiración, a los uruguayos con sed de revancha.
Obdulio ya ha escrito sobre varios de estos temas, así que si aún no los ha leído los invito a seguir los links que se adjuntan al pie de este post.
A los olímpicos «los llevamos todos»
La gloria obtenida en los Juegos de París no quitó de un plumazo todo el entorno amateur que conformaba al fútbol uruguayo. Si a Ud no le sorprende que algún equipo de nuestro fobal haya ido a Paraguay a jugar por la Sudamericana vía terrestre para ahorrarse unos pesitos, imagine en aquellos tiempos donde cruzar el Atlántico era una cuestión de varios días de viaje.
Para viajar a los Juegos Olímpicos de Ámsterdam las mentes brillantes de nuestro sport decidieron hacer una colecta y así cubrir todos los gastos.
Cincuenta y tres mil pesos fueron suficientes para dejar «todo pago» y llevar a los olímpicos a su segunda aventura internacional.

El 30 de marzo fue la fecha señalada para la partida de los campeones defensores. Ésta vez no fue una salida íntima entre familiares y algún amigo que se arrimó a despedir a los muchachos. El puerto de Montevideo se llenó de público para despedir a los campeones y exigirles otra victoria en Europa.
En Holanda se los esperaba, por la revancha.
Obdulio seguirá escribiendo sobre la historia de nuestro fobal, comentando los partidos del campeonato uruguayo y mucho más. A todos quienes han seguido los post de Obdulio, les deseamos feliz año 2021.
Obdulio Olímpico.
Obdulio son los Padres
Otros post de Obdulio para repasar:
https://obduliosonlospadres.com/2019/05/01/uruguay-en-la-copa-america-parte-v-uruguayos-campeones/
https://obduliosonlospadres.com/2019/04/25/el-gol-a-los-olimpicos/
https://obduliosonlospadres.com/2019/04/30/uruguay-en-la-copa-america-parte-iv/
https://obduliosonlospadres.com/2020/03/25/el-cisma-del-futbol-uruguayo/