Si hiciera este comentario basado en los primeros 45 minutos del partido el señor internet me bajaría este post por la suma de disparates que tenía para escribir, producto de la frustración de ver una vez más jugar a Uruguay muy mal. Ya con el resultado final y las ganas que le pusieron (en especial Nández), podría cerrar la introducción diciendo que fue el partido menos malo de Uruguay desde que le ganó muy bien a Colombia 3 a 0 en Barranquilla.
Obdulio casi me pide para cobrar por trabajo insalubre, pero por suerte la última impresión que le dejó el partido lo hizo cambiar de idea y por ahora lo sigue haciendo gratis (a veces le pago un cortecito de pelo). El comentario de Obdulio y el unoxuno en las siguientes líneas.
Los cambios que trató de hacer Tabárez fueron uno de doscientos mil que ha probado desde que Diego Forlán desde Japón hizo una conferencia de prensa para decir que se retiraba de la selección (si sigue sin ganar en Atenas va a tener que hacer otra conferencia desde allá para renunciar también).
La generación de juego sigue siendo el gran debe de la celeste, y no hay forma de que alguien juegue cerca de Cavani y Suárez sin que duren los 90 minutos en la cancha (Lodeiro ha sido el más constante, y eso habla mucho <y mal> de los demás) .

Es que apenas algo de Giorgian en los primeros minutos provocando un par de tiros al arco y algo de De la Cruz recordando que cuando se animaba a cruzar el medio intentó algo que no fuera reventarla sin sentido para que los dos delanteros se manejen.
Después de un cabezazo de Cavani anulado por offside (rápido para los mandados el línea), y un tiro de Giorgian, Chile empezó a encontrar espacios por la izquierda de nuestra defensa y una jugada que terminó en offside de Isla (que el línez se tomó su tiempo para cobrar) comenzó a mostrar los caminos para la Roja.
El golazo de Vargas fue lo mejor que hizo nuestro rival en todo el partido, limitándose a controlar la pelota de manera intrascendente (equipo chileno de manual) y evitar que los problemas musculares afectaran hasta Lasarte que se quemaba todos sus cambios por culpa de las lesiones musculares de sus players (estuvo dura la fiestota, eh?).
El primer tiempo se fue con la calentura de seguir viendo a Uruguay sin jugar a nada, con Vecino perdido, Valverde jugando por todos lados, diluido en la nada misma y los supuestos armadores desaprovechando más oportunidades de ganarse un puestito para el próximo partido.
Los centros lloviditos de Giovanni fueron demasiado para el Maestro y para el segundo tiempo puso a Nahitan en su lugar (a priori inentendible) y para rematar la faena de cambios incomprensibles entró Cáceres por De la Cruz como que nos den ganas de apagar la tele.
Eso dejó a Uruguay con línea de tres, Viña por izquierda, Nahitan por derecha y a rezar para que alguna pelota le quedara a Suárez o Cavani. Éste último siempre generoso en el esfuerzo ya ni se queja de tener que volantear un rato por izquierda.

Pero como Chile tampoco era un ballet y tanto Vargas como Brererton se fueron quedando sin combustible, la Celeste se fue arriba a impulso de Nández que más allá de todo lo que uno se pueda quejar de su juego fue el que más empujó y marcó el camino para llegar al arco de Bravo.
La evidente salida de Giorgian, perdido, nos dio la oportunidad de ver otra vez a Torres llegando desde el banco con ganas y soluciones. Al fin, un cambio que cambia.
Un tiro suyo hizo que Bravo la mandara al córner y por primera vez el centro (de Torres) no fue pasado como todos los anteriores y tras peinada de Vecino en el primer palo (su mejor aporte en el partido), terminó con el gol de Suárez que forcejeando con Vidal la logró empujar al arco.
Mientras Uruguay se posicionaba mejor en la cancha, Chile seguía con problemas físicos. Erick Pulgar salió lesionado y Lasarte se había quemado las tres ventanas de cambios así que terminaron jugando con diez jugadores la recta final del partido.
Apenas un cabezazo de Cavani y un tiro de Suárez que fueron sacados con la mirada por Bravo se intercalaron con la ora chance de gol que tuvo Chile, pero el esfuerzo de Muslera por achicar el arco dio resultados.
El empate nos deja con la sensación de haber visto otra vez a la celeste desperdiciando 45 minutos, una nueva confirmación de que los problemas de generación de fútbol son el punto más flaco del «proceso» y que en el rubro entrega y ganas no se les puede reprochar nada.
El asunto es que con ganas se pueden sacar algunos resultados, pero en el largo plazo de un campeonato seguro no será suficiente.
Después de otra actuación pobre tirando a más o menos nos conformamos porque les empatamos con un gol medio de vivo a los chilenos, Obdulio les deja su unoxuno:
MUSLERA: Un buen achique para evitar el segundo rival y dos centros descolgados. Viene siendo hora de que ese equipito verde se queme accidentalmente cerca de algún parrillero.
GIO: Hoy levantó unos centros llovidos que estuvieron cerca de lo espantoso. Pese a no ser de los peores de la cancha salió fue el elegido para salir y que a Tabárez no le reclamen que no hace cambios en el entretiempo.
JOSEMA: Sufrió con el inglés con mofletes y barba. Cuando éste salió pudo respirar un poco y tomarse alguna licencia en ataque. Todavía está llegando al cierre en el gol de Vargas.
GODÍN: Lo sacaron a pasear un par de veces y quedó regalado en el gol. Por suerte los chilenos atacaron poco.
VIÑA: Al menos jugó de lateral un rato. Ser zurdo le va a asegurar puesto en la seleccción por mucho tiempo.
VECINO: Uno de los responsables del golazo de Chile por no cubrir a Godín que salió regalado (incluyo a los chilenos, Viña y Godín). Por lo menos bajó la pelota para el gol de Suárez. No se conforma el que no quiere.
VALVERDE: Salvo un par corridas donde se sacó a dos o tres rivales, parece no encontrar su lugar en la cancha. Prueben con jugar con remera banca y pónganle una peluca rubia a Vecino así piensa que está jugando con Modric.
DE LA CRUZ: Lodeirizado
GIORGIAN: En Flamengo la rompe, hace goles, crea juego, marca, tira los córners y tiros libres. En Uruguay le viene la timidez y se apaga rápido. Se ve que el contraste entre la alegría carioca y la grisura uruguaya lo afecta.
SUÁREZ: En la de él. Choca choca y oportunismo. Hoy se movió un poco más y salió de los 15 metros cuadrados en los que suele jugar para aportarle al equipo. A Chile lo tiene medido.
CAVANI: Generoso en el esfuerzo defensivo, impreciso en pases fáciles para un tipo de su clase y peligroso en ataque. Sigo preguntando por qué le anularon ese cabezazo en el primer tiempo.
CÁCERES: Con él y Vidal en la cancha las Ferrari del estacionamiento estuvieron seguras por un rato. No se entiende muy bien si juega de tercer zaguero o de «creativo» para el cuadro rival.
NAHITAN: Después de putearlo 15 minutos me di cuenta que fue una de las figuras de Uruguay. Metió, marcó, trató de desbordar y generó peligro. Bien Nández
TORRES: Le volvió a cambiar la cara al ataque uruguayo. Obdulio espera que se saque esas canas falsas antes que Muslera se vista de negro.
TORREIRA: Entró para reforzar el medio con un jugador de más. Todo dicho.
JONA: Pocos minutos en cancha y un cierre que dejará contento al DT para poder explicar las labores de sus jugadores en el rubro «limitar al rival» en la próxima conferencia de prensa.
No jugamos a nada pero al menos no perdimos. Peor es que te cortes el pelo y termines desgarrado.
Obdulio comenta,
Obdulio son los Padres