Tras el cese del Maestro Tabárez como DT de Uruguay, la Asociación Uruguaya de Fútbol se ha esmerado en quedar lo peor parada posible, demostrando que sus malas decisiones suelen ser superadas por las siguientes. Toda una hazaña del poder político del fóbal.
Obdulio quiere dejar afuera al incauto que dio el «sí» para asumir el cargo de entrenador de la celeste, pues Diego Alonso de lo único que se lo puede responsabilizar (por lo menos hasta ahora) es de estar disponible y prestarle atención a los pedidos de nuestras mentes brillantes de la dirigencia.
Volviendo al despido de Tabárez, los presididos por Alonso (Ignacio) no tenían muy claro los pasos a seguir luego de darle la oportunidad al DT saliente de «revertir» la situación con dos partidos sencillos contra Argentina (no importa si de local o visitante) y Bolivia en La Paz (el único sitio donde nos puede ganar y lo hacen con frecuencia).
Después de 15 años hubo que salir a buscar un DT y la lluvia de ideas (imagino regada con whisky barato) desembocó en que lo mejor para Uruguay sería ir por Marcelo Gallardo, DT de River Plate argentino.
Vale recordar que tras la pobre triple fecha de octubre la prensa especializada (?) informó durante la previa de un partido del campeonato local que Diego Aguirre ya estaba confirmado como DT y Tabárez estaba despedido. Pero el Maestro se reunió con los dirigentes y logró convencerlos para que le den un tiempo extra (o quizás decirles que traer a Aguirre era una mala idea y que siguieran buscando mientras él iba a dirigir dos partidos más).
Volvamos a «la linda del baile».
Más allá de la apuesta a un entrenador de prestigio internacional, la única impresión que tuvo Obdulio sobre las negociaciones y posterior negativa (no del DT, sino de algún intermediario al que accedieron nuestros directivos), es que todo fue una cortina de humo para tapar (sin éxito) las pocas ideas que brotaban.
Me imagino a nuestros audaces negociadores al mejor estilo del jefe Gorgory escribiendo mensajes virtuales en sus celulares imaginarios con el supuesto intermediario, hasta que el propio Gallardo en conferencia de prensa dijo que iba a seguir en River y disipara el humo generado.

Pero como Obdulio aclaró al inicio de este post, la AUF se esmera siempre en empeorar las cosas y apareció en escena Jorge Casales, integrante del Comité Ejecutivo, para hacer los dos últimos pasos de comedia (barata) que rematarían esta sucesión de hechos tristes que desembocaron en la designación de Alonso (Diego) como DT de la gloriosa celeste.
Lo primero que expresó fue: «estoy convencido de que, si me dejan hablar con Marcelo Gallardo, lo puedo convencer».
Ya en Wall Street estaban viendo con buenos ojos a este señor que se tiene una fe tremenda para la negociación, pero Casales no contento con eso se pegó un viajecito por 1984 y remató la faena con la ya célebre “a veces al final del baile la más linda te sonríe. Y si no te vas con la que limpia”.

Sin Gallardo, con tres o cuatro copas encima a las cinco de la madrugada y con la escoba en la mano, el Ejecutivo de la AUF siguió alimentando su fama de ineficiencia donde el cargo de la selección parecía ser más una subasta al mejor postor.
A esta altura, con resaca y faltando cuatro fechas para terminar las Eliminatorias quizás un sorteo entre los DT de Primera División hubiera sido más justo.
Según lo que trascendió a través de los integrantes del Ejecutivo, Aguirre propuso integrar a su cuerpo técnico habitual a ex integrantes de selecciones juveniles como por ejemplo Juan Verzeri, y les puso las cosas difíciles cuando sumó a Fabián Coito (que hace poco fue despedido de la poderosa selección de Honduras).
El que estuvo a punto de colarse fue Alexander «el cacique» Medina, que parece que anda volando en el fútbol argentino y ya que no pudimos traernos a Gallardo pues tratemos de traernos algo del otro lado del río. Según cuentan el tipo hizo una presentación espectacular y con eso puso en duda a nuestros líderes supremos que lo dejaron «en carpeta» para un futuro no muy lejano. Habría que avisarle a éstos fenómenos que si la selección no va al Mundial ellos no serán los que elijan al próximo DT.
Y es así que apareció el elegido, the chosen one, Diego Alonso, que al parecer causó muy buena impresión porque tenía muy claro cuáles eran los objetivos a cumplir y como jugar cada uno de los partidos que quedan.
En todo este entrevero Obdulio se quedó esperando que alguno propusiera que el Maestro Tabárez fuera el Asistente Técnico para terminar de ganar la subasta, digo, conseguir el puesto de DT.
No llegaron a ese punto del ridículo, por ahora.

El Preparador Físico será el famoso «profe» Ortega y ya en plan «no tenemos presupuesto» convocaron a Darío Rodríguez como Asistente Técnico, que tiene experiencia en asistir a entrenadores que llegan sin ningún tipo de respaldo y de algún modo les hace la vida menos miserable (tiene pinta de bonachón).
Analizar la llegada de Alonso sin tener en cuenta el contexto en el que se dio su designación sería ignorar un dato de la realidad que pinta de buena manera el momento que está (o sigue) viviendo el fútbol uruguayo.
Vuelve a quedar demostrado que la selección se mantenía aislada de todo gracias a que Tabárez mantuvo alejada toda esta terrajada durante 15 años y contó con el respaldo de los resultados en las eliminatorias para mantenerse en el cargo.
Ya sea por presiones externas y/o por el pobre rendimiento del equipo, la muralla fue vencida y ahora estamos encomendados a la buena suerte del nuevo DT (y los jugadores) a los que Obdulio les desea el mayor de los éxitos.

Discutir los antecedentes de Diego Alonso, lo que ganó, dejó de ganar o donde obtuvo sus mejores resultados, son minucias al lado de todos los problemas que deberá resolver en un mes de trabajo, que incluirá reuniones con los referentes del plantel, reuniones con los dirigentes, tratar de caerle bien a la prensa, ver como pedirle a Valverde que no se lesione otra vez y además conseguir con dos o tres entrenamientos resultados deportivos acordes a las necesidades de la tabla de posiciones.
Por cierto, el primer partido de «el tornado» Alonso será en Asunción el 27 de enero y a la vuelta en Montevideo deberá enfrentar a la selección de Venezuela.
No duden que allí estará Obdulio, pendiente de los partidos de los esforzados atletas vestidos de celeste.
Obdulio agradece a los tres o cuatro que leen los disparates que escribe en este blog y le recordaron que era buen momento de expresarse sobre este tema.
Además les pide que se mantengan atento al blog y las redes del escriba de Obdulio porque en breve tendrá novedades para quienes siguen este modesto espacio de internet.
Obdulio juega limpio,
Obdulio son los Padres
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