Uruguay volvió al fin al Estadio Centenario y le ganó a Venezuela en un partido intenso donde la celeste cumplió con el objetivo de obtener los tres puntos y dejó buenas cosas en el rubro funcionamiento colectivo, además de los destaques individuales.
Mientras a dos pantallas trato de ver los otros partidos que CONMEBOL superpuso, le escribo a Obdulio que tiene algunas cositas para decir en el siguiente comentario libre de grasas saturadas y rico en Omega 3.
Antes del minuto Bentancur la calzó de volea y el partido empezaba con una sonrisa para la Celeste. El gol, no fue producto de una inspiración aislada o un error defensivo, sino parte de la gama de recursos que los nuestros confirmarían en los siguientes 44 minutos de la primera parte.
Una buena trepada de Araújo, el centro, el rebote y Bentancur la puso por el único lugar donde no volaban piernas con medias blancas que intentaban de manera desesperada tapar un tiro imposible para el bueno de Fariñez.
Con platita en el banco y la moral por las nubes Uruguay presionó a su rival, lo redujo a intentos aislados de Soteldo o los empujones de Rondón, mientras que Giorgian, Bentancur, VALVERDE y Pellistri se encargaban de arrimarse a los dos de arriba, los de siempre, que después de mucho tiempo jugaron con camisetas celestes cercanas, activas y confiadas.
Por derecha Pellistri empezó a hacer un surco por su sector y después de apilar a varios, tuvo la lucidez necesaria para dársela a Giorgian que con mucha técnica puso el pie firme y lo dejó sin respuesta a Fariñez para poner el segundo y establecer las diferencias que se veían en la cancha en apenas 23 minutos.
Antes hubo tiempo para que Rochet contuviera con seguridad un tiro de Otero y alguna incursión peligrosa rival.
El despliegue defensivo uruguayo contó una vez más con el esfuerzo generoso de Cavani que por el carril central se tiraba unos metros atrás para generar fútbol y colaborar en la marca. Lo más importante para Cavani fue que recibir de espaldas al arco no fue un asunto limitado a bajar pelotas aéreas, porque en este partido la gran mayoría le llegaron al pie y éste pudo ser más productivo.
Valverde se multiplicó en la cancha y como se decía cuando era chico, con él jugando en su posición el partido «estaba robado». El «8» de la selección fue importante en la marca de frente, generoso cuando hubo que correr desde atrás y lúcido para distribuir y jugar para el equipo. Al mejor, por asalto, de Uruguay, sólo le faltó el gol.
El tercero fue otra consecuencia de no bajar el ritmo y tener mucha gente en la cancha rival. Cavani fue el beneficiado en este caso para tomar un rebote cómplice y de chilena poner el tercero sin resistencia rival.
El par Bentancur-Valverde se destacó como en los tiempos de juveniles y arriba salió todo.
Para mejor, al inicio del segundo tiempo Pellistri logró desnivelar por derecha y con la asistencia del VAR el árbitro confirmó un claro penal contra el puntero celeste.
Fariñez logró tapar, pero los defensores se adelantaron todos y eso provocó otra buena del VAR que le permitió a Suárez poner el cuarto..
La cagadita de Josema fue la mancha del equipo que recibió un gol, complicando las cosas en el rubro saldo de goles y Soteldo ya sin nada para ofrecer a su equipo se dedicó a las pisadas, los lujos y otros chiches que sólo sirvieron para hacer el espectáculo más agradable, pero poco efectivo para inquietar a Rochet.
Faltando media hora Alonso terminó el partido, quitando a los que tenían riesgo de acumular su segunda amarilla y pensando en el próximo rival. Pero Canobbio, el TITÁN y algo de Giorgian mantuvieron encendida la presión local que se alimentó con el juego innecesariamente brusco de los visitantes que con vergüenza deportiva no se dejaron pintar la cara.
Hubo tiempo para otros «casi» donde Fariñez fue importante y el partido se fue entre el aplauso del público y las luces del Estadio que ahora no hay que esperar que se «enfríen» para que se vuelvan a encender. No faltó ningún chiche.
Tres puntos que nos acomodan en la tabla y permiten a Obdulio hacer un unoxuno sin quejas y con una mueca de sonrisa en la cara.
ROCHET: Seguro en el primer tiempo, quizás pasivo en el gol. Si el verde manzana es cábala, por ahora todo bien.
RONALD: Dos partidos y dos veces a marcar a un chiquitito habilidoso. Seguro terminó con dolores de espalda. Buen partido.
GODÍN: Otro buen partido del capitán.
JOSEMA: Con el balde puesto en el gol venezolano, fue superado por Rondón en alguna que otra ocasión. Por suerte hoy Godín estaba despierto y lo cubrió bien más de una vez.
OLIVERA: Con más dificultades que el partido pasado para irse al ataque completó un partido correcto.
BENTANCUR: Hizo un golazo, marcó en el medio e hizo jugar a sus compañeros. Seguro algún trasnochado le reclame que no se tira al piso a marcar. Un crack.
VALVERDE: Los que no se pararon para aplaudirlo en el Estadio cuando salió son unos irrespetuosos. Tremendo partido de «pajarito» que dio una clase de como jugar al fútbol.
PELLISTRI: Mientras la prensa especializada pedía al delantero con dentadura prominente que juega en México éste tapó bocas a pura habilidad y despliegue. Hoy la rompió. Quizás algún ingrato dirá «bueno, era Venezuela», y Obdulio le responde que si tu rival es inferior, pues demostralo en la cancha y pintale la cara, cosa que el Facu hizo en el Centenario.
GIORGIAN: Generoso en defensa, práctico en ataque, letal frente al arco. Hoy vimos al Giorgian que juega con restos de arena en las piernas en Flamengo.
CAVANI: Sin tener que sacrificarse por una banda puede incidir en ataque y además hacer su despliegue habitual sin la necesidad de recorrer 60 metros. Buen partido de Cavani que volvió al gol. Si sienten ruido de helicóptero en Salto es porque fue a buscar la cena.
SUÁREZ: Lo podremos criticar porque ya no le salen todas como antes, pero es una pesadilla para los rivales, el juez, los compañeros y cualquiera que se oponga entre él y el gol. Se fumó los 96 minutos como un señor.
CANOBBIO: Buen ingreso. Colaboró en el medio y no bajó la intensidad del equipo.
TITÁN: Fariñez tapó con las uñas el único gol que iba a gritar con fuerza Obdulio.
ARAMBARRI: Le tocó jugar en la zona donde estuvieron dos de los mejores de Uruguay y se notó. Le puso ganas.
D. SUÁREZ: Parece que es el cambio para meter línea de 5.
CÁCERES: Seguro ya sabe cosas ocultas de Alonso y éste lo tiene que poner al menos unos minutitos. Hasta terminar jugando de lateral izquierdo no para.
En esta doble fecha Uruguay recuperó su aspiración de clasificar al mundial, mostrando un cambio en la intensidad de juego, la propuesta de ataque en el segundo partido y una actitud que se había visto poco en los últimos partidos dirigidos por el Maestro.
Alonso, activo desde la línea, logró dotar a estos jugadores de las herramientas necesarias para lograr el objetivo de los seis puntos. Quizás no se logró compensar el tema del saldo de goles, pero pedirle que corrija todo lo que venía torcido de antes en dos partidos es de goloso.
Catar volvió a estar cerca.
El último baile terminó mal, pero por suerte vino «la que limpia» y en poco tiempo le pasó el trapo a los que dudaban de su capacidad.
Obdulio comenta,
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