Se fue el último partido de preparación rumbo a Catar 2022 y la Celeste al menos terminó con victoria en un partido jugado a modo partido despedida, cuidando las patitas y sin arriesgar más de la cuenta.
Obdulio tomó la misma actitud de los players y trató de hacer un reporte corto, bajas calorías, como para llegar al mundial sin sobresaltos.
Uruguay salió a la cancha con algún cambio respecto al partido anterior. Por delante de Rochet aparecieron los dos Cáceres en la zaga, el platinado Varela y el uruguayísimo Olivera por los laterales. Valverde y Bentancur tomaron el centro del campo y a sus costados jugaron dos con ritmo de competencia y en sus puestos habituales: Canobbio y De la Cruz, mientras que el TITÁN Núñez acompaño al infaltable Suárez en ataque.
Con lo otro que salió Uruguay a la cancha fue con buen gusto. El pantalón y medias blancas fueron una combinación excelente para jugar con la celeste y evitar la camiseta blanca, no apta para gente con el sentido del pudor activado (o abdomen en vías de desarrollo).
La intención de salir prolijo desde el fondo por momentos se hizo predecible y los canadienses detectaron rápido el asunto y se fueron a presionar rápido en bloque. Algunas veces cayeron en la trampa de los nuestros que zafaron bien y con espacios sacaron buenas combinaciones rápidas para llegar al arco rival.
El lado preferido para la salida fue el derecho, donde Canobbio se ofreció generoso para colaborar en defensa y ser referencia en ataque, mientras De la Cruz se cruzaba para ayudar en el armado y juntarse con Suárez, que más cerca de los volantes lanzaba al TITÁN (y respiraba profundo).
El gol tempranero de Nico De la Cruz de tiro libre colaboró para el repliegue de Uruguay, que jugó siempre compacto y encontró más espacios para salir rápido y con pocos toques llegar al arco de Borjan, que más de una vez anduvo a las corridas jugando lejos de su área cortando de forma certera.
Pocos toques, evoluciones rápidas y definiciones por el lado opuesto de la zona de creación fueron las premisas de Uruguay que luego de perder una clara en los pies de Núñez, terminó con un golazo del TITÁN de cabeza tras gran jugada y centro de Suárez.
El segundo tiempo se jugó en modo «no jodamos, en dos meses empieza el mundial», y pese a un par de tapadas de Rochet y la buena voluntad de los canadienses para irse arriba, los minutos pasaron con el pedido desesperado de Obdulio de «saquen a Valverde y Bentancur, por favor, que los tenemos que cuidar».
Los cambios entreveraron más las cosas en Uruguay que no estuvo fino en el armado de juego (tampoco en el juego aéreo defensivo) y de paso le conocimos la cara a Satriano, tan pedido por algunos periodistas que se especializan en pedir jugadores que no tienen idea como juegan pero como «hacen goles allá», los quieren ver jugando con la celeste. Parece que no aprendemos más.
Obdulio quedó un poco más tranquilo en comparación al partido anterior y sin sobresaltos les ofrece el siguiente unoxuno:
ROCHET: Combinar zapatos con vestimenta salmón es demasiado metrosexual. Un par de buenas intervenciones lo consolidan en el arco celeste.
VARELA: Arrancó medio duro, se dio cuenta que Canobbio le iba a dar una mano y se fue soltando. Si los dos llegan a coincidir en la misma ciudad de Brasil, tiemblan las peluquerías.
MARTÍN CÁCERES: Un polifuncional que cubre todas las posiciones, aunque Obdulio espera que lo haga en cada asiento del banco de suplentes en el mundial.
SEBASTIÁN CÁCERES: La mejor zaga disponible para relatores cortos de vista. Se ilusiona con llevar la camiseta #26
OLIVERA: Buen partido del lateral que se afirmó en el puesto y saca boleto para Catar.
BENTANCUR: Una pisada y un caño para salir fue lo mejor de un repertorio que incluyó jugadas no aptas para fundamentalistas del «salimoooo». El mejor, lejos, otra vez.
VALVERDE: Se apiadó de los defensores canadienses y no sacó ninguno de sus tiros potentes. Se guardó partido «man of the match» para el mundial. Peñarol, inteligencia.
CANOBBIO: El hecho que juegue todas las semanas le permite sacar ventaja sobre Pellistri en esa zona de la cancha. Quizás para el nivel de Copa del Mundo luce livianito, pero Pellistri tampoco es un toro.
DE LA CRUZ: Gran primer tiempo. Jugó como electrón libre por izquierda (con el respaldo de Valverde) y anotó un golazo de tiro libre. Lo mejor que le ha visto Obdulio con la celeste.
SUAREZ: Intercaló insultos y aplausos. Juega con dos velocidades menos, pero juega. Hoy cedió 45 minutos. ¡increíble!
TITÁN: Un gol errado de volea, un tanteo desde lejos y un golazo de cabeza. De paso dio una manito volanteando por izquierda, pagando derecho de piso. Buen match.
GIORGIAN: Esta vez no fue culpa de Suárez. Flojo ingreso
UGARTE: Se sacó el gusto de raspar un poco
SATRIANO: Don Obdulio, mucho gusto. Encantado.
VECINO: Y bue… no hay otro
VIÑA: Cada día tiene más cara de triste.
Uruguay redondeó una doble fecha FIFA con resultados irregulares y sin dejar la sensación de una idea concreta de juego más allá de lo que se pudo ver hoy contra los canadienses. Este tipo de partidos suelen ser un arma de doble filo entre la euforia desmedida y la crítica despiadada.
La hora de la verdad será el 24 de noviembre cuando nos enfrentemos a Corea del Sur. Obdulio estará presente en Montevideo para volver a ver un Mundial en casa, cosa que no pudo hacer en Rusia 2018. Es eso al fin y al cabo lo que lo tiene más ansioso.
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Obdulio comenta,
Obdulio son los Padres
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