La Celeste vestida con camiseta de carrera 5k salió a disputar su segundo partido por el campeonato del mundo y durante 70 minutos no jugó a nada. El planteamiento táctico del DT fue decisivo para la postura de un equipo que jamás se encontró seguro de la propuesta y terminó cayendo contra una selección europea que no demostró ser un ballet.
Obdulio siguió las alternativas de los esforzados atletas vestidos de celeste y a continuación se explayará con su comentario, además del solicitado unoxuno.

Nunca, pero nunca, jamás en mi vida vi un equipo uruguayo jugar con tres zagueros y dos carrileros que no termine jugando en línea de cinco antes de los diez minutos del partido (no le muestren este comentario a Fossati, por favor). La práctica, pura y dura, indica que con esa propuesta los volantes se funden temprano y los delanteros la tocan si ganan cada vez que un zaguero la revienta con fuerza más allá de los límites de la mitad de la cancha.
Pues la percepción de Obdulio no estaba errada, y después de una buena presión de Olivera en tres cuartos de cancha con tiro de éste cerca del arco portugués, a los carrileros uruguayos les vino un ataque de timidez y pasaron a protegerse en la línea de cinco, sin ruborizarse.
Eso provocó que a Valverde, Vecino y Bentancur la cancha les midiera 90 metros de ancho en lugar de 65, haciendo que Cavani, siempre generoso, se tirara atrás a dar una mano y achicar espacios, aislando a Darwin que tampoco estuvo muy lúcido a la hora de recibir, siempre bien controlado por el par de baguales que tenían los portugueses atrás.
Con el equipo hundido en 30 metros era imposible sacar una contra más o menos decente y las chances de llegar al arco de Diogo Costa estaban muy comprometidas, salvo por una gran jugada de Bentancur, que llenó el ojo de la tribuna con su despliegue, entrega y una definición al borde del primer gol. El #6 de Uruguay junto con Josema fueron de los pocos que estuvieron a la altura del nivel de exigencia de copa del mundo por nivel futbolístico, intensidad y entrega. El resto, pocote.

El primer tiempo dejó la sensación que con una postura algo más arriesgada (que en el caso uruguayo se puede resumir a un 4-4-2) se le podía hacer daño a un equipo que hasta el momento mostraba destellos de calidad técnica (el pase de hombro de CR7 fue genial), pero menos profundidad que la Playa Ramírez.
Uruguay dio la sensación de salir a no perder y del mismo modo que la línea de 5 no funciona para los uruguayos, la máxima del fútbol que indica «equipo que sale a no perder, pierde» suele darse con más frecuencia que las subidas de Cáceres.
Una vez llegado el gol de Portugal a los 9 del segundo tiempo, donde Godín salió a pasear, Varela durmió la siesta y Ronaldo festejó un gol a lo Morena para que se lo den por las dudas, Alonso se tomó el tiempo prudencial para reaccionar y meter cambios que cambien el desastre que estábamos viendo.
Ocho minutos parece ser el tiempo de reacción del DT uruguayo (se ve que las computadoras que tienen parar tirarle datos a los analistas para hacer lo que ve todo mundo eran medias lentas), porque en ese momento entraron Pellistri y Giorgian cambiando el partido desde la postura del equipo, la disposición táctica y la manera de distribuir a los jugadores en la cancha.
Pellistri se animó dos veces y desbordó tres, Giorgian entró picante y parado más allá de tres cuartos de cancha, y los tres del medio ahora tenían compañía una vez que recuperaban la pelota, con más y mejores opciones de pase. Desde el minuto 70 la pelota ya no volaba por encima de la cabeza de los tres del medio y se notó.
La postura de Uruguay no se veía reflejada en el tanteador por el sencillo motivo que los dos de arriba no estaban finos y allí Alonso tomó la decisión de sacarlos, no sea que tengamos tres delanteros en cancha y el DT rival o la FIFA se ofendan.
Giorgian se perdió el empate por exceso de Brasileirao, Suárez le erró al arco y Maxi Gómez tuvo la más clara que le devolvió el vertical izquierdo cuando el goalkeeper rival estaba vencido.
El penal de Josema cobrado con asistencia del VAR y el gol de Bruno Fernandes son una anécdota.
Ahora solo queda ganarle a Ghana (como si fuera fácil) y esperar que Corea no le gane a Portugal para pasar a octavos.
Tengo un amigo que dice que «a él no le deben nada» cuando el equipo deja todo en la cancha y se entrega al máximo. En esta Copa del Mundo el saldo viene siendo negativo en todo sentido.
Va el unoxuno
ROCHET: Se sacó el gusto de atajar su primera pelota al final del partido. Al menos no fue el 3 a 0. De color zanahoria a lo Muslera no se llega lejos, papo!
VARELA: Se comió los mocos en el gol habilitando a todos y logró subir con criterio cuando le pusieron a alguien cerca para hacer un dos uno. Flojo match.
JOSEMA: El único de la zaga con nivel y actitud de Copa del Mundo. Lástima el penal.
GODÍN: Salió a pasear en el gol, demostró lentitud en alguna contra rival y terminó siendo bien sustituido. Ahora que precisamos ganar esperemos que no pise la cancha. Diego, los hinchas «no sabemos nada de fútbol», pero somos los que te ponemos allá arriba cuando andas bien. Si en ese momento te servía para hacer tus pesitos extra por ser uno de los «elegidos» de la tribuna (y bien ganado, por cierto), lo mejor sería cerrar el pico, entrenar el doble y demostrar en la cancha, campeón.
COATES: El que diga que Coates no cumple tiene problemas con Obdulio.
OLIVERA: Subió bien una vez en 180 minutos de mundial. Típico lateral izquierdo uruguayo. Contra Ghana termina jugando Cáceres.
VECINO: No la tocó
VALVERDE: Hoy de blanco capaz que jugaba mejor. Poco a poco se transforma en el Francescoli de esta generación, que hacía goles «allá» y cuando viene «acá» brilla por su ausencia. La pelota voló 70 minutos por encima suyo. Así difícil.
BENTANCUR: Jugó con amarilla desde los seis minutos y no bajó la intensidad. El golero le achicó bien un gol «de otro partido». Hoy fue el único clase A. Jugó demasiado solo. Y todavía algunos le dicen pecho frío.
CAVANI: Los jabalíes de su estancia se cagaron de risa todo el partido viendo como le tiraban bombazos buena parte del partido. Lamentaron que el Edin tiene mejor puntería con ellos.
DARWIN: Escuchó acento portugués y se mareó. Flojo match.
GIORGIAN: Una mala definición le baja el puntaje a un cambio que cambió.
PELLISTRI: Tres desbordes, dos corridas y un poco de intensidad le sobró para cambiar algo un panorama pobre.
MAXI: Tuvo su «one inch from the glory». Que le pida a Pinilla el teléfono del tatuador y le aclare que no fue en el horizontal.
SUÁREZ: Tuvo una y falló. Mala suerte.
VIÑA: Y bue…
ALONSO: Boquilló en toda la previa al mundial con la propuesta y aspiraciones del equipo. Está a un partido de ser la peor actuación de Uruguay en la historia de los mundiales. Por ahora logró lo que nadie, cero gol en dos partidos. Por cierto, crack, los DT de Uruguay no dirigen de championes blancos. Ponete las pilas y animate a tomar decisiones, que te las vamos a aplaudir.
Matemáticamente tenemos chance,
Vamos que se puede!
Obdulio con limón,
Obdulio son los Padres
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