La Celeste desperdició dos partidos en el campeonato del mundo y con la soga al cuello se presentó a jugar contra Ghana con la idea de ganar y esperar lo de siempre: que otro complete el trabajo.
Como Portugal perdió en la hora con un gol de contragolpe, los nuestros se quedaron sin nada, protestando dos penales y descargando la furia contra el árbitro del partido, que dirigió mal, pero que de poner sobre él nuestra frustración sería desviar la mirada dejar una vez más el fracaso mundialista con los viejos lugares comunes, aquellos que dicen que «la FIFA no nos quiere», «que no somos mercado», «somos molestos», y otros condimentos que por momentos demuestra que de humildes tenemos poco y de autocrítica tendemos a cero.
Obdulio a continuación comparte su comentario del match y el unoxuno final.
Alonso arrancó con cambios, poniendo al reclamado Giorgian, Pellistri y Suárez, dejando en el banco a Godín, Vecino y Cavani. La estructura mostrada por la TV de 4-3-3 con Pellistri por derecha, Darwin por izquierda y Suárez de 9 se transformó rápido en un 4-2-3-1, donde Suárez aparecía por momentos entre los volantes y la delantera, Giorgian arrancaba de la izquierda al medio, Pellistri fijo por derecha y Darwin corriendo por todo el frente de ataque.
La presión alta y las transiciones rápidas jamás fueron intercaladas con pausas para organizar ataques con posesiones más largas. Básicamente La Celeste mejoró en el rubro intensidad y presencia del medio hacia arriba pero con el alto costo de no estar apto para soportar ese juego más de 60 minutos, sin plan B desde el banco.
Un penalín CONMEBOL abrió el momento de las polémicas cuando Rochet dio un rebote sin cobertura de la defensa que se comió los mocos y luego según el árbitro cometió penal. El golero volcó su cuerpo contra su izquierda y tapó la primera macana del juez con una gran atajada.
Una buena de Darwin que sacaron casi en la línea tras pase de Giorgian auguraba cosas buenas para Uruguay que minutos más tarde, al 26, ponía el 1 a 0 después de un horror de la defensa africana, definición de Suárez y gol a lo pescador del muchacho platinado del Fla.
El partido le volvió a sonreír a Giorgian en la mejor jugada colectiva, llevada a puro vértigo que definió notable para asegurar el triunfo contra un equipo mediocre. Uruguay siguió buscando pero la barra del combustible ya había superado la barrera del medio tanque y se notaba en la merma física de alguna de sus figuras que lo dieron todo en 40 minutos.
La muestra la dio Bentancur que a los 34 salió lesionado producto del esfuerzo del partido y la acumulación de correr por todos sin mucho rumbo en 180 minutos previos. Si decíamos que Tabárez fundió a Cavani en el partido con Portugal en 2018 y no lo sacó a tiempo, Alonso a Bentancur lo exprimió a más no poder haciéndolo jugar 4 partidos en 2 y medio.
Nublado con las decisiones del juez, que no le cobró un claro penal contra Darwin en una de las pocas veces donde van a ver al monitor y no se dejan llenar la cabeza, el alemán vio que el defensor llegó a tocar la pelota y con ese argumento derribó la chance de los nuestros de poder aumentar diferencias.
Quizás la jugada que define Pellistri apenas ancha fue lo mejor de Uruguay en el segundo tiempo cuando él y Suárez ya estaban pidiendo agua por señas. A esa altura Rochet intercalaba buenas y malas, quedando colgado en algún centro a pura vista o tapando un par muy buenas que salvaron la casi segura caída del arco.
Es bravo digerir el golpe de la eliminación, en especial por el momento que llegó el gol de Corea, pero la selección uruguaya luego de hacer dos goles se frenó y durante una hora larga no fue capaz de hacer el tercero que diera tranquilidad y le bajara los ánimos a los coreanos que sabían que aún estaban «ahí» de empatar en puntos y ganar por cantidad de goles a favor.
El penal a Cavani quizás fue más claro que el de Darwin, pero el alemán se comió un strudel, lo bajó con cerveza (sin alcohol) y se hizo el boludo.
Los africanos hicieron gala de su mediocridad haciendo tiempo, pero si de hacer daño se trata, Uruguay tiene experiencia sobrada, y si fuera un equipo nuestro diríamos «que bien la dignidad del jugador uruguayo que pelea aún eliminado».
Los cambios no cambiaron y salvo un tiro de Valverde, otro de Maxi Gómez y un cabezazo de Cavani en offside dejó a la Celeste con Coates jugando de 9 y Valverde corriendo por todos lados.
Se nos fue el mundial rápido, en fase de grupos. Casi sin dar pelea y aferrados a una forma de jugar al fútbol que dista mucho de la mejor forma de hacerlo en los tiempos que corren. El despliegue y la entrega siempre se les agradece a los jugadores, pero cuando éste sirve para rendir solo 60 minutos sería hora de revisar seriamente nuestra forma de jugar y encarar los partidos.
El ciclo de Alonso asumo que termina y la AUF deberá decidir como encarar su primer ciclo completo sin Tabárez y sin varios de los referentes que al igual que el histórico DT, se excedieron con su «último baile» y trancaron todo por no saber retirarse o ceder más minutos a tiempo.
Va el unoxuno
ROCHET: De rojo, el chapulín colorado. Atajó un penal, salió mal en un par de centros e hizo dos o tres atajadas que mantuvieron vivo al equipo. Es el primer arquero uruguayo en la historia de los mundiales que ataja un penal en un partido sin ser definición por penales. Si hubo otro antes, por favor aclárenle a Obdulio.
VARELA: Más que Cáceres, seguro. Lateral para los mundiales con Uruguay, no se.
JOSEMA: El futuro capitán de la Celeste dejó todo, pero no alcanzó. Correcto match.
COATES: Si hace el gol sobre el final Obdulio salía desnudo a dar la vuelta olímpica por el barrio.
OLIVERA: Ídem comentario que Varela. Juega porque no hay otro. Flojo partido.
BENTANCUR: Se rompió por correr demasiado. Culpa del planteo del DT y la intensidad con la que el player jugó y no reguló. Si regulaba le diríamos pecho frío.
VALVERDE: Jugando de volante interior jamás veremos al Valverde del Madrid. En breve nos preguntaremos de qué juega, como lo hacíamos con Poyet. El último tiro libre debió ser suyo.
PELLISTRI: Le puso ganas y se comió un gol en el segundo tiempo.
GIORGIAN: Cumplió con el pedido de hinchas uruguayos (y brasileños), hizo dos, dio un par y salió fundido. Entró tardísimo al mundial.
SUÁREZ: Mejor rodeado pudo incidir con su juego. Segundo mundial con el freno puesto del «9». Gracias por todo
DARWIN: En modo Cebolla Rodríguez, por momentos no dobla. Le sobra potencia y le falta control de la pelota, que siempre parece quedarle incómoda. Flojo primer mundial.
VECINO: No desentonó.
CAVANI: Lejos del nivel que lo llevó alguna vez a la selección. Gracias por todo
DE LA CRUZ: Nunca se metió en el partido. El último tiro libre debía ser de Valverde.
MAXI GÓMEZ: Jugando poco demostró más de lo que se esperaba de él.
CANOBBIO: Pocos minutos en cancha.
Una vez más tranquilo Obdulio hará una evaluación final del periplo más corto de la Celeste en una Copa, desde que él cubre con su comentario los partidos.
Obdulio eliminado,
Obdulio son los Padres