Argentina llegó al mundial con una baja importante en su mediocampo, una derrota inesperada y logró lo que hacen los grandes equipos: superar adversidades.
Una vez ganado el partido contra México, Argentina se dedicó a crecer en el campeonato. No le sobró nada a nivel de lo que mostraba el score final, pero en la semifinal con Croacia revolcó a su rival por el piso y lo superó en todos los aspectos del juego.

Un arquero seguro, defensa sólida, mediocampo intenso y ataque temible. Eso fue Argentina hoy contra un equipo que pareció ese tenista que le gana al número uno del mundo por octavos de final de un gran torneo pero se desmorona ante el siguiente rival de categoría, sin levante.
Argentina pegó en los momentos justos, abriendo la cuenta de penal y dando un golpe en el mentón cinco minutos más tarde. La jugada de Messi que liquidó el partido fue de esas que le reclamaron al «10» cuando los dedos acusadores lo señalaban como pecho frío, haciendo «allá» lo que no se anima «acá».
El DT supo armar un equipo sólido, una idea de juego innegociable y explotó al máximo las virtudes de los que están en mejor momento, como Enzo Fernández que se robó la mitad de la cancha.
Le sobraron 45 minutos a un partido semifinal. La culpa no es de Croacia, ni de Brasil, ni del juez o la «mafia de la FIFA». Simplemente a los argentinos les alcanzó un tiempo para demostrar ser mejores que su rival.
Argentina luego de 1978 dejó de ser «campeón moral» y pasó a ser una potencia mundial indiscutida. No se puede estar siempre al tope, pero desde aquel mundial con Kempes, Fillol, Passarella y compañía, mete su cuarta final, una menos de las conseguida por Alemania y una más que las logradas por Brasil e Italia.
Obdulio mundialista,
Obdulio son los Padres
Los links para comprar el libro de Obdulio:
Desde Uruguay, Argentina, Ecuador y Perú: https://tiendamia.com/producto?amz=B09P7QDS4G&pName=OBDULIO-SON-LOS-PADREScolon-Historias-del-fuacutetbol-uruguayo-perforando-las-barreras-de-Maracanaacuteperiodperiodperiod
Resto del Mundo: