Post mundial la AUF activó la terrajiseñal y consiguió un par de partidos en Asia, a cambio de un puñado de dólares y la promesa de llevar al menos quince futbolistas de la lista de Alonso en Catar.
El tino de nuestros dirigentes logró que el segundo partido sea contra la selección de Corea del Sur, esa a la que no le pudimos hacer un gol y le salimos a jugar con línea de cinco en el debut del mundial 2022. Como para que el hincha compare, se caliente, o ya ni le importe.
Este paso de comedia barata ya lo había hecho quien hoy parece hasta un personaje pintoresco en el entramado político actual de nuestro fóbal: Eugenio Figueredo consiguió un partido «elite» contra Australia que se disputó en junio de 2007, un año después de la eliminación del mundial contra los canguros. A veces, la historia parece repetirse.

A diferencia de aquel partido, donde Tabárez ya trabajaba en la renovación del plantel, los dirigentes actuales se tomaron las cosas con el (anti)profesionalismo que los caracteriza y mientras coquetean con la posibilidad de recontratar al «tornado» Alonso (transformado en brisa intrascendente de verano) o la traída de un DT argentino (para estar a la moda, ¿vissssste?), llevaron a Marcelo Broli, DT de la Sub-20, como técnico interino y dejándole claro que las chances de agarrar la mayor eran nulas, en especial después de perder el Sudamericano Sub-20 a manos de Brasil (otra vez) en los últimos minutos. A los dirigentes de la AUF le gustan los DT ganadores, como Bielsa (?).
Aquí el asunto ya se puso poco serio y a nuestros jugadores más reconocidos a nivel internacional le empezaron a surgir tironcitos, dolores y un sinfín de excusas que dejaron claro quienes están de salida y quienes no están dispuestos a tomar el liderazgo de la selección.
Por eso no sorprende que Valverde haya dicho presente y portado el brazalete de capitán, que Coates confirme su condición de «yo no te dejo tirado nunca», que Vecino fuera para cumplir con su cuota de buen partido jugado (al pedo) para estirar su estadía en la selección y que Obdulio se indigne al ver un arquero de pelo teñido en el resumen del partido contra Corea (Gracias, Flavio, por el apunte).

Por cierto, a nuestro comentarista estrella no le está alcanzando lo que le llega de jubilación y tuvo que salir a hacer unos pesos por ahí justo en el momento que se jugaron los partidos, es por eso que no llamó a este escriba para dictarle sus comentarios y el unoxuno. Al público que sigue este microscópico espacio del sport, Obdulio les pide las disculpas del caso.
Según lo que se pudo escuchar por la cantora, el partido contra los descendientes de Oliver y Benji fue dominado por los locales, mientras los nuestros no jugaron a nada. La calidad técnica de Valverde con su derecha implacable de volea y la candidez defensiva del rival, permitieron al nuevo capitán anotar de cabeza y seguro destilar algo de bronca en el festejo. El empate sirvió para quedarse con la Copa Kirin de la manera más triste (y de vivo).
Que la selección no juegue a nada no es una sorpresa y que no podamos hacer dos pases seguidos pueda ser más tradicional que el asado con cuero, tampoco.
El plato se repitió en Corea, aunque cuentan que los primeros diez o veinte minutos fueron «buenos» (Obdulio se queda muy tranquilo). La victoria 2 a 1 fue lo más positivo, teniendo en cuenta que fuimos salvados en varias ocasiones por el VAR (me parece que a los coreanos se les olvidó la cláusula «siga siga» en el contrato en caso de revisión para el local).

La cabellera oxigenada del optimista del arco, Santiago Mele, o el espanto de la camiseta alternativa modelo Malvín 10k no lograron opacar el ingreso de jóvenes valores al verde gramado y la saludable ausencia de los cinco veteranos: Muslera, Godín, Cáceres, Cavani y Suárez, cosa que Obdulio celebra.
Pero claro, lo bueno dura poco y Obdulio se acordó que apenas queda una doble fecha FIFA en junio para que el nuevo DT logre conocer a los jugadores, instalar una idea de juego básica y arrancar las eliminatorias en setiembre. Todo bien planificadito y organizado, típico de dirigentes amateur que manejan un negocio millonario de manera «honoraria».
Mientras tanto en la AUF la lucha de poder sigue entre los pro Lugano, Godín, Mutual de futbolistas, Alonso y cia., contra los pro Paco y la vieja guardia de dueños de la pelota.
Eso que la historia se repite no es ajena a nuestro fútbol (salvo lo de ganar mundiales), y las rencillas internas entre los distintos círculos de poder vuelve a ser tema de discusión como hace 30 años, casi con los mismos protagonistas.
Lo que antes era whisky y mostrador versus cadenas de oro y camisa desabrochada cuatro botones, hablando con acento italiano, ahora es la vieja guardia de los dueños de la pelota contra gente que evita comerse las «eses» pero que al final del día parecen ser más de lo mismo con buenos modales (y cuestionables formas de vestir y tratar el pelo).
Divisiones, peleas, disputas y un montón de problemas donde uno nunca sabe realmente donde están los «buenos», los «malos», los «vivos» o los «avivados».
Si nos ponemos a pensar un poco, Obdulio apagaría la tele y no miraría fútbol de por vida, pero al igual que los dueños de la pelota, sabemos que eso difícilmente pase y por eso el circo sigue vigente.
Hoy la selección uruguaya se encuentra en un nuevo cruce de caminos, ese que te conduce al crecimiento deportivo o una nueva etapa alejados del nivel internacional.
Quizás, la calidad individual de sus futbolistas y el cuidado de su prestigio a nivel internacional (todo por fuera del alcance de los dirigentes de la AUF) nos puedan llevar por quinta vez consecutiva a la Copa del Mundo en la versión más aberrante de la historia, con 48 equipos y una cantidad de cupos para CONMEBOL que no nos debería complicar la existencia.
De aquello que alguna vez pareció planificado, pensado y hasta aplaudido quedó al desnudo una vez que el viejo DT dejó el mando y todos mostraron su verdadero rostro.
¡Gracias, Gyan! Nos diste algunos años de tranquilidad en la Celeste.
Obdulio seguirá atento a la posible llegada de un nuevo DT, ¿extranjero?, y los siguientes pasos relacionados con la selección, el fóbal uruguayo y sus esforzados atletas.
Obdulio pensativo,
Obdulio son los Padres.