Uruguay en los Mundiales: lo importante es competir

Para el mundial de Suecia en 1958 Uruguay debió enfrentar por primera vez el reto de las eliminatorias. El resultado fue el primer golpe duro que recibió nuestra selección incluyendo una dura derrota 5-0 ante Paraguay en Asunción.

El quiebre de Suecia 58 dio paso a una serie de 4 participaciones consecutivas donde la selección tuvo suerte variada.

Chile 62: sin pasar la serie

Inglaterra 66: primer teoría conspirativa

México 70: 4to puesto

Alemania 74: vergonzoso

CHILE 1962

Ya sin los héroes de 1950 y 54 en el plantel, Uruguay encaró su regreso a los mundiales con figuras que surgían del equipo campeón de América de 1959 (dirigido por Juan Carlos Corazo, abuelo de Diego Forlán), incluyendo jugadores de Peñarol, bicampeón de América en 1960 y 61 y campeón del mundo en 1961 que no habían participado en la conquista sudamericana en Ecuador 1959.

Jugadores como Roberto Sosa, Horacio Troche, Nestor Goncalves, Julio Cortés, Pedro Virgilio Rocha, Luis Cubilla y José Sasía tendrían su debut mundialista dirigidos por Ondino Viera. Era el inicio de una generación de grandes futbolistas de la celeste.

Uruguay integró el Grupo 1 junto a Colombia, Yugoslavia y Unión Soviética.

El partido inaugural fue victoria para Uruguay 2-1 con goles de Luis Cubilla y José Sasía, dando vuelta un marcador que inició con gol colombiano de tiro penal.

Los siguientes 2 partidos fueron derrotas ante Yugoslavia y URSS por 3-1 y 2-1 respectivamente. Angel Cabrera y José Sasía convirtieron los goles uruguayos.

Viendo las jugadas del partido ante Yugoslavia, uno puede presumir que aquel partido lo pudo haber ganado cualquiera basados en un ida y vuelta interesante que muestran las imágenes luego del gol uruguayo.

Aquello de la pierna fuerte estaba presente pero de manera positiva. Triangulaciones, desbordes por las puntas y pelota al piso caracterizaron a ambos equipos.

Las imágenes del partido con la URSS no son tan buenas. Créame que Uruguay estuvo muy cerca de dar vuelta el partido, pero Yashin y un par de malas definiciones le dieron vida a los soviéticos.

La aventura mundialista por Chile fue corta. La primera vez que Uruguay no lograba pasar de fase y se volvía de un mundial con las manos vacías.

El fútbol comenzaba a cambiar, tanto en la forma de jugar como en los estilos de juego.

Brasil se imponía por segunda vez consecutiva en un mundial, esta vez venciendo a Checoslovaquia en la final.

El resumen final: no pasamos la serie, 4 goles a favor, 6 en contra. Flojo

INGLATERRA 1966

Para este mundial Uruguay llegó pretendiendo ser protagonista. La eliminatoria fue de las pocas donde no sufrimos y el equipo basado en las figuras de Peñarol y Nacional (como de costumbre) prometía buen suceso.

Aparecían jugadores como Ladislao Mazurkiewicz, Pablo Forlán, Jorge Manicera, Omar Caetano, Héctor Silva y Luis Ubiña.

Por primera vez integraría el grupo del local: Inglaterra, Francia y México fueron los rivales iniciales.

El debut fue ante Inglaterra en el Estadio de Wembley. Según contaron algunos de los protagonistas Uruguay salió con una misión clara: defenderse, pero con la pelota. El resultado final fue 0-0. Por quinta vez Uruguay debutaba en un mundial haciéndolo bien y sin perder.

El segundo partido fue el único donde Uruguay convirtió goles: 2-1 vs Francia el 15 de Julio de 1966.

Francia empezó ganando tras tiro penal, pero Pedro Rocha empataba el juego en 1 luego de una serie interesante de toques con un tiro de su característica potencia. El segundo fue de Cortés, en otra jugada definida en el área chica.

El tercer partido fue 0-0 con México, y nos llevaba a jugar por cuartos de final ante Alemania. Era la primera vez que Uruguay se enfrentaría a esta potencia por mundiales.

Aquí viene la primer teoría conspirativa rioplatense: Inglaterra enfrentaba a Argentina, asignándose juez alemán, y el partido de los uruguayos sería arbitrado por un inglés. Todo un chanchullo que seguro incidió en el 1-0 de Inglaterra sobre Argentina y el 4-0 de los alemanes.

En aquel partido Uruguay terminó con 9 hombres. La expulsión de Troche fue clave para que los alemanes empezaran con su lluvia de goles. El video con los goles andá a verlo a «Jurgen Kinsmann son los Padres».

Aquella aventura mundialista nos dejó en el séptimo lugar detrás de las potencias donde Hungría llegaba al sexto lugar (y el adiós a los mundiales para ellos).

El saldo de aquel mundial fue más positivo de lo que los números indican: 1 victoria, 2 empates, 1 derrota. Tan solo 2 goles a favor, 6 en contra. Un séptimo puesto que hoy en día se firma, pero que en aquellos tiempos era sinónimo de fracaso.

Inglaterra se quedó con el mundial con un gol que no fue ante los alemanes. Entre fantasmas se pisaron la sábana.

MEXICO 1970

El final de una generación ganadora a nivel internacional de clubes con Peñarol (marcaron una época en los años ’60) se mezclaba con una que emergía para cortar la racha aurinegra en Nacional que traerían triunfos internacionales para los tricolores en 1971.

A los históricos Cubilla, Caetano, Cortés y Pedro Rocha, se le sumaban las figuras de Julio «Mudo» Montero Castillo (el papá de Paolo Montero, Capitán uruguayo en Japón-Corea 2002), Ancheta, Matosas (el papá de Gustavo, campeón de América con Uruguay en 1987), Juan Martín Mujica, Ildo Maneiro y Victor Espárrago, entre otros. El DT fue Juan Eduardo Hohberg.

Uruguay, Brasil y Perú fueron los participantes sudamericanos. Fue el último mundial sin Argentina.

El grupo nos emparejaba con Israel, Italia y Suecia.

Cuentan los que peinan canas que aquel equipo celeste tenía una gran defensa, un excelente mediocampo, pero que carecía de potencia en ataque. Eso no es excusa, porque el brillante Brasil de ese mundial jugaba con 5 «10» en campo, sin delanteros.

El debut fue un cómodo 2-0 contra Israel en la ciudad de Puebla. Maneiro y Mujica los goles uruguayos. El saldo negativo fue la lesión de Rocha en el primer tiempo. El capitán y gran estrella de Uruguay quedaría fuera el resto de la competencia.

Una vez más Uruguay no tiene excusas para su debut. Es la quinta victoria en su sexta participación en los mundiales. El otro fue empate. Insistimos que aquello de «siempre nos costaron los debut» es una mentira creada para justificar carencias porpias.

El segundo tiempo fue empate a cero con Italia en Puebla el día que por primera vez no jugamos con la Celeste. La serie se cerró con derrota ante los suecos 1-0 en la hora.

Uruguay clasificó segundo por diferencia de goles sobre Suecia y detrás de Italia que hizo un solo gol, pero no recibió ninguno. Italia era la de antes, no como ésta de gente que se tiñe el pelo y usa remeritas ajustadas.

Los esforzados atletas celestes se enfrentaban ante la Unión Soviética, que ya no contaba con Lev Yashin en el arco, pero sí con la potencia del equipo rojo.

Aquel partido fue disputado en el Estadio Azteca de la Ciudad de México. Anote este dato, que no es menor.

El partido fue parejo y muy disputado. La velocidad y potencia física soviética era contrarrestada por el juego pausado, por momentos cansino pero de buen toque de los uruguayos.

Mazurkiewicz tuvo de las suyas para salvar el arco uruguayo y el golero ruso se mandó una fenomenal al final del segundo tiempo.

El 0-0 se fue al alargue y tuvimos que esperar hasta el minuto 117 para ver un gol, que por suerte fue uruguayo.

El video que adjuntamos muestra el gol desde el ángulo inverso al que solemos ver, mostrando claramente que Luis Cubilla robó aquella pelota cuando ésta estaba fuera del campo. El cabezazo de Espárrago firmó el pase a semis y Brasil sería el rival.

Si de chanchullos y teorías conspirativas hablamos, los soviéticos probablemente podrían decir que «no los querían otra vez entre los 4 mejores», que «la FIFA no los quiere» y un largo etcétera de justificativos que seguramente los soviéticos nunca usaron para justificar sus eliminaciones.

Pero aquí sucedió algo un poco más raro que fue el cambio de sede para el partido semifinal, algo tal vez impensado para nuestros tiempos.

El juego se disputaría originalmente en la Ciudad de México, con el aditivo de la altura, pero Brasil presionó para jugar aquel partido en Guadalajara, donde estaba acostumbrado a jugar desde el día uno. Brasil tendría un gran equipo, probablemente el mejor de todos los mundiales, pero para jugar contra Uruguay metieron la mano en el fixture. Recordemos que el fantasma de 1950 apenas tenía 20 años y ese partido fue presentado como la «revancha» de aquella final. Uruguay tuvo un sorpresivo largo viaje en ómnibus y cambio de condiciones. Sospechoso.

El partido favoreció a Uruguay en el primer tiempo. Se puso 1-0 arriba con gol de Cubilla, pero un gol al final del primer tiempo revitalizó a Brasil que se lo notaba nervioso antes de ese gol.

El partido fue muy duro, y las patadas alevosas estuvieron a la orden del día en ambos equipos. Otros players, gente de bien, que recibía golpes pero los devolvía y nadie se quejaba (salvo excepciones). Todo entre caballeros.

El segundo tiempo fue para Brasil que cerró el 3-1 final.

El partido por el tercer puesto fue contra Alemania. Aquel juego fue favorable a Uruguay que mereció mejor suerte. Overath puso el 1-0 para Alemania que se quedó con el tercer puesto, relegando a los nuestros al cuarto.

El saldo de aquella Copa del Mundo fue positivo, visto desde el punto de vista de alguien que vio como Uruguay fracasaba mundial tras mundial o ni siquiera iba. Para los ojos de la gente que exigía Maracanazos todos los días el cuarto puesto fue considerado cumplir con lo justo.

De los 6 partidos jugados, 2 fueron victorias, 1 fue empate y los otros 3 derrotas. Los goles a favor fueron 4 y los goles en contra 5.

Brasil fue el campeón de ese mundial, alcanzando la Copa Jules Rimet en propiedad.

ALEMANIA 1974

El cuarto mundial consecutivo de Uruguay fue el final de una generación de jugadores que lograron mucho a nivel de clubes con 4 Libertadores y 3 Copas del Mundo, más la consagración a nivel continental en 1967, sudamericano disputado en Uruguay.

Ya sin la mayoría de los jugadores de mundiales previos, la experiencia de Mazurkiewicz, Montero Castillo, Forlán, Rocha y Cubilla (estos 2 últimos jugarían su cuarto mundial, todo un record en Uruguay), se sumaban figuras nuevas como Masnik, Pavoni o Fernando Morena.

El seleccionado viajó con grandes expectativas. El grupo lo integraba junto a Holanda, Suecia y Bulgaria.

El debut fue un corto 0-2 con Holanda. De no mediar la actuación de Mazurkiewicz y la mala puntería holandesa el partido pudo haber terminado en «catástrofa». Fue la primera vez que perdíamos un debut mundialista.

Holanda sorprendió con su fútbol total y arrasó con casi todos sus rivales.

El partido con Bulgaria fue 1-1 y le devolvía la moral a la celeste.

Suecia arrastraría por el piso a Uruguay en el segundo tiempo propinándole un categórico 3-0.

El resultado fue el peor de toda la historia para Uruguay: 2 derrotas, 1 empate, un gol a favor hecho por el lateral izquierdo y 6 goles en contra.

El mundial de 1974 puso en juego por primera vez la Copa que conocemos actualmente, y fue ganado por el local, Alemania, tras un 2-1 contra la gran selección de aquel torneo: Holanda.

EN RESUMEN

Para cerrar, el saldo de estos 4 mundiales fue numéricamente peor que en nuestro primer informe, pero con resultados que aún posicionaban a Uruguay como un equipo a respetar.

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La selección alineó siempre arqueros vestidos de negro, a lo sumo de gris como en 1966. Sin zapatitos blancos, con jugadores medios feotes, sin peinados raros, alguno hasta con algún gramo extra en el equipaje. Selecciones de antes, que respetaban la tradición del fobal uruguayo y de vez en cuando dejaban en alto el prestigio de la malla color cielo.

Uruguay ganó 4 partidos, empató 4 y perdió 8. Los goles a favor fueron 11 y 22 en contra. Los números lucen feos, pero en 4 mundiales se sumó un cuarto puesto y un séptimo lugar.

Las victorias fueron en general ajustadas, y las derrotas sumaban en demasía a nuestra canasta.

Las eliminaciones prematuras fueron bien distintas: La de Chile 62 pareció ser cuestión de puntería, la de 1974 no tuvo excusas.

Aquel 1974 fue lo último de Uruguay hasta el mundial de 1986 disputado nuevamente en México, pero de eso nos encargaremos en la tercer entrega de esta serie de Uruguay en los mundiales.

Obdulio recuerda,

Odulio son los Padres.